Una concursante de «Adán y Eva»: «La "Alambrada" está en Córdoba»

La Voz REDACCIÓN

TELEVISIÓN

La cultura brilló por su ausencia en el nuevo programa de Cuatro, una mezcla de «Hombres y Mujeres y Viceversa» y «Supervivientes» en el que los concursantes van completamente desnudos

22 oct 2014 . Actualizado a las 12:42 h.
Adán y Eva, la enésima reinvención de los «tróspidos» -primero fue Quién quiere casarse con mi hijo y después, Un príncipe para Corina y su secuela Un príncipe para Laura-, se lo jugó todo a una carta: la desnudez. Pero si con algo se quedaron los telespectadores después de su estreno -ayer por la noche- fue con la escandalosa incultura de la que hicieron gala sus concursantes. Sorprendentemente, el cupo de barbaridades todavía no está cubierto con las frases célebres de los viceversos que cada mañana intentan encontrar a su media naranja en Telecinco -Mujeres y Hombres y Viceversa- ni con el nivel intelectual de los grandes hermanos. Anoche, los «adanes» y «evas» llegaron ligeros a una isla desierta y, en su afán por impresionarse los unos a los otros, le regalaron a la audiencia una nueva ronda de barbaridades. Leen la Biblia por fascículos («Adán y Eva es el primer fascículo de la Biblia»), el «haiga» no se les cae de la boca, se sumergen en los libros de Dan Brown para aumentar sus conocimientos de arte y los que no sienten devoción por él se consideran «anárquicos», no saben lo que es «polivalente», el Manzanares les suena a fruta y confunden la «Alambrada» ¿de Córdoba? con la Alhambra de Granada. Adán y Eva, presentado por Mónica Martínez, cosechó en su estreno un considerable 14,8 % de cuota de pantalla. No se acercó ni un poco a las cifras de Velvet, gran favorita de los martes, pero se llevó a 2.816.000 espectadores curiosos que ayer se sentaron frente al televisor para comprobar cómo era eso de ligar estando completamente desnudo. «Busco un tío con buena economía porque yo siempre he vivido muy bien. Es importante que tenga un buen coche, a poder ser Mercedes o BMV porque yo nunca he conducido una gama inferior, y también quiero que sea un caballero, que siempre conduzca él y que pague las cenas, nada de hacerlo a medias». Así, sin medias tintas, presentó Sonia, una de las concursantes, sus argumentos para explicar su paso por el concurso. El estreno estuvo protagonizado, además, por otros tres nombres: Alejandro (empeñado en encontrar a una chica y dejar de tener relaciones esporádicas), Estela (una joven y guapa maquilladora de cadáveres) y Luis (un pelirrojo pecoso, muy orgulloso de su miembro viril). Y la ausencia de ropa llevó al cuarteto a buen puerto. El primer programa de Adán y Eva se saldó con un beso entre Alejandro y Estela y consecuencias varias: los celos de Sonia, que tachó de «facilona» a su compañera de programa, y el nacimiento de una nueva historia de amor. El programa enfrentó a las dos mujeres en una prueba para decidir cuál de las dos elegía chico. Y ganó Estela, que escogió a Alejandro «por su físico». «Les va a ir bien juntos porque tienen el mismo nivel sociocultural. Para mí, Estela es una chica con la que me tomaría tres copas y nada más; no se la presentaría a mis padres, ni me iría de viaje con ella. Lo he pasado bien a su lado porque no sabe de nada», opinó, despechado, el otro chico, Luis, al no resultar elegido.Adán y Eva se convirtó, a pocos minutos de su arranque, en Trendig Topic mundial en Twitter. Pero la esencia del concurso, el hecho de que los concursantes vayan desnudos, fue lo menos destacado por los usuarios de la red de los 140 caracteres. Después de las tres primeras escenas, la falta de ropa pasó a ser secundario y la incultura acaparó todo el protagonismo. El ingenio afloró anoche en forma de tuit y el estreno de Cuatro se completó con una buena dosis de humor en Internet.