Martín López Nores: «La clave está en controlar muchísimo los nervios»

Marcos Gago Otero
Marcos Gago MARÍN / LA VOZ

TELEVISIÓN

Un marinense triunfa en la primera cita del concurso de Antena 3 para hallar las mentes más brillantes de España

12 feb 2013 . Actualizado a las 21:39 h.

Profesor en Telecomunicaciones en Vigo, Martín López (Marín, 1981) se alzó con el triunfo en el estreno de Increíbles, que presenta Carlos Sobera en Antena 3. Sus vecinos recuerdan sus victorias en otro programa televisivo, Cifras e Letras, de TVG.

-¿Cómo llegó a Increíbles?

-Recibí una invitación para el primer programa. La productora se puso en contacto conmigo y dije que sí.

-Completó un cuadrado de 8 x 8 casillas, con los movimientos del caballo del ajedrez y de tal forma que la suma de columnas y filas dio el mismo número. Todo sin ver la pantalla. ¿Por qué esta prueba?

-Se había hecho ya en la edición alemana del programa. Hablé con la productora de un ejercicio de memorización, que podría aprender los nombres de 60 o 70 personas, pero me dijeron que tenían ya un niño que sabía decir 102 nombres. La prueba que me tocó no la cogió nadie y me atreví.

-¿Cuánto tiempo le llevó dominar el ejercicio?

-Me preparé a conciencia con el ordenador durante tres o cuatro días para poder encontrar su lógica. Después me entrené unos catorce días. Fui muy tranquilo.

-¿Esperaba pasar a la final?

-No, no contaba con ganar, pero algunos de los rivales más potentes fallaron y no pudieron pasar. Pensé que llegado a este punto podría ganar. Hice la prueba mirando al público y veía por sus caras que estaban impactados.

-Pero esta no es la primera vez que concursa en la televisión, ¿no?

-Estuve 58 programas en Cifras e Letras. Soy el segundo concursante que grabó más veces y gané el programa mil, donde participamos los tres mejores.

-A mucha gente le imponen los números y las cámaras, ¿cuál es la clave de su éxito?

-Principalmente hay que actuar controlando muchísimo los nervios. No tenemos mucho tiempo en la grabación y si fallas mucho al principio, no hay manera de recuperarlo después. Además, yo tengo la costumbre, según voy conduciendo, de hacer cálculos matemáticos y con los nombres. Es un hobby y lo que hacía en los concursos es lo que ya ejercito todos los días. Era un entorno natural y salía solo.