Pedriño y Mari, de «Quién quiere casarse con mi hijo»: 'Nunca había tenido pareja'

Carla Elías Martínez
carla elías FERROL / LA VOZ

TELEVISIÓN

Han puesto a Valdoviño en el mapa al convertirse en los grandes protagonistas de «¿Quién quiere casarse con mi hijo?»

13 oct 2012 . Actualizado a las 18:15 h.

Pedro Castro y su madre, María García, más conocidos como Pedriño y Mari, han puesto a Valdoviño en el mapa al convertirse en los grandes protagonistas de esta edición del reality de Cuatro ¿Quién quiere casarse con mi hijo?, en el que varios chicos compiten por el amor del ferrolano.

Pregunta. Se emite el primer anuncio del programa y se convierte en «trending topic».

Pedro Castro. El avance fue el 19 de junio para presentar a los que participábamos y que la gente llamase para conquistarnos. Cuando se emitió me llamó un amigo y me dijo «Pedrito, Pedrito, que eres trending topic». ¡Yo no tenía ni idea de qué era eso! Y en el estreno, Pedriño llegó al ránking mundial.

P. Se han convertido en la pareja madre-hijo más conocida y querida de esta edición.

P. C. Habrá de todo, pero me gusta que la gente de donde soy esté orgullosa de vernos. Somos una parejita muy simpática. A mi madre sí que le ha cogido de sorpresa. Es que ella nunca había visto el programa y no sabía lo que iba a pasar, y ha ido directamente de Valdoviño a Sálvame.

P. ¿Por qué decidieron presentarse?

P. C. En verdad no me presenté, me llamaron por teléfono porque una de las chicas que estaban haciendo el cásting conocía a un amigo mío que me propuso. Mis amigos me decían siempre que tenía que ir al programa.

María García. A mí me llevaron engañada, me dijeron que fuese, que me querían conocer, pero no me dijeron para qué.

P. ¿Pero que les animó a participar?

P. C. Me gustaba la oportunidad de dar a conocer a la gente mi vida, mi madre y la relación tan buena que tenemos, a parte del motivo principal del programa que es encontrar pareja, porque yo nunca había tenido pareja estable. A día de hoy, simplemente que la gente se divierta y se ría conmigo y con mi madre me hace estar más satisfecho.

P. Y no le da vergüenza que su madre esté viendo cómo liga, conoce a otros hombres...

P. C. Da corte, pero en verdad yo...

M. G. Nada, nada, estaba supernervioso. ¡Si acabó con sus uñas!

P. C. Al principio sí tenía un poco de vergüenza porque yo con mi madre nunca había hablado de chicos, y ella no sabía lo que a mí me gusta en un hombre. El programa ha valido para conocernos y unirnos más en este sentido. Ahora mi madre controla un montón de mariconeo.

P. ¿Realmente se llega a conocer a alguien en un programa de televisión?

P. C. Sí, hemos convivido una semana entera, comíamos, dormíamos y pasábamos todo el día juntos. Y mi madre y yo somos muy intuitivos.

P. ¿Cómo fue la grabación y la convivencia con los chicos?

P. C. Era un montón de gente entre los chicos y el equipo, pero genial. El equipo, muy bueno, nos trataron muy bien y les encantó Valdoviño. Están acostumbrados a viajar por el mundo y se asombraron. Cuando llegaron aquí pensé que Valdoviño nunca había visto tantos maricas juntos.

P. Frases como esa se han hecho famosas.

P. C. Muchas veces me dicen: «¿Pero cómo dices cosas como que nunca has leído un libro?», y yo les digo: «Sinceramente yo nunca me he acabado un libro». Creo que tengo control de lo que es normal, pero es que mi nivel de normalidad es distinto que el del resto. Reconozco que lo de los libros no lo dije como un orgullo, me parece penoso, pero lo dicho, dicho está. Y lo de las barbies, lo de tanto marica en Valdoviño... Para mí es normal, pero entiendo que otra gente piense: «¡Pero este niño... con treinta años!»

P. Han situado Valdoviño en el mapa.

M. G. Yo no quiero ahora que vengan a mi puerta autobuses con periodistas.

P. C. Mamá, ¿pero tú que te crees?, ¿que esto es Ambiciones? Me gustaba la idea de aprovechar el programa para dar a conocer mi entorno, porque estoy muy orgulloso de ser de aquí.