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Samsung aclara su cortocircuito

OCIO@

La culpable fue la batería
Alexia

Tres informes concluyen que defectos de diseño y ensamblaje incendiaron el Note 7

24 ene 2017 . Actualizado a las 00:38 h.

Ha costado lo suyo, pero cuatro meses después de que se incendiaran los primeros Samsung Galaxy Note 7 ya se conoce la causa del problema. La compañía coreana presentó ayer los resultados de tres investigaciones encargadas a otras tantas consultoras independientes y que confirman «un defectuoso diseño y proceso de producción de la batería», según explicó DJ Koh, presidente de la Unidad de Negocio de Comunicaciones Móviles de Samsung Electronics.

Los análisis realizados por la firma UL, con sede en Illinois (EE.UU), mostraron signos de cortocircuito interno en la esquina superior derecha de las celdas de las baterías de diez dispositivos dañados. Según su informe, «múltiples factores contribuyeron a ello: un defectuoso proceso de ensamblaje/fabricación; el diseño de la batería, con una lámina separadora muy delgada que redujo la protección y la tolerancia a los defectos, además de la alta densidad de energía. La combinación de todo ello produjo el cortocircuito entre el aluminio y una hoja de cobre en la esquina superior derecha».

UL también estudió las baterías procedentes de otra factoría y detectó signos de cortocircuito en diferentes partes, incluyendo pérdida de cinta aislante en el cátodo de las celdas que se incendiaron y protusiones afiladas en puntos de soldadura.

Exponent, otra consultora de ingeniería científica con base en California, confirmó que «la principal causa del fallo termal fue el daño en la esquina más próxima al electrodo negativo». Su informe revela que la batería del Note 7 tenía un volumen inadecuado para acomodarlo y muestra también un fallo entre la lengüeta del electrodo positivo y la hoja de cobre del negativo. Algunas celdas fueron ensambladas sin la cinta protectora; el aumento y contracción de los electrodos durante el proceso de carga y descarga provocó su fricción y un cortocircuito.

Cargadores inalámbricos

Ambos estudios eximen de responsabilidad a otros componentes del Note 7, que según UL «no incrementaron la temperatura de la batería a un nivel superior al especificado». La corriente, temperatura y voltaje máximos estaban dentro de lo establecido por Samsung. Exponent tampoco observó problemas con cargadores inalámbricos de terceros fabricantes, y asegura que el phablet estaba preparado para prevenir un fallo de los mismos que hiciera a la batería trabajar por encima de sus especificaciones.

El tercer análisis, realizado por TÜV Rheinland -compañía de Colonia (Alemania) que certifica el 17 % de los productos eléctricos mundiales-, analizó las líneas de ensamblaje de Samsung Electronics en Hanoi (Vietnam) y Gumi (Corea) y también la logística del transporte por carretera entre Dongguan (China) y Hanoi. Se midió el estrés mecánico y ambiental; y se monitorizó temperatura, humedad, tensión y aceleración. Los resultados demuestran que las baterías pasan los estándares internacionales de seguridad.

Samsung cerró así -un día antes de que hoy se hagan públicos los resultados del cuarto trimestre- un episodio que le obligó a retirar 2,5 millones de teléfonos y provocó pérdidas de 4.800 millones de euros. La firma anunció que a partir de ahora aplicará una comprobación de la seguridad de las baterías en ocho puntos.