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¿Las pantallas digitales dañan la visión de los niños?

R. R. REDACCIÓN / LA VOZ

OCIO@

monica ferreiros

Un estudio español advierte del riesgo, pero otro británico realizado en 120.000 niños dice que no son peligrosas

17 ene 2017 . Actualizado a las 08:14 h.

¿Son las pantallas táctiles realmente perjudiciales para la visión, especialmente para los niños? La respuesta a esta pregunta está lejos de ser contundente, en un sentido o en otro. Al menos es lo que se deduce de dos estudios presentados ayer sobre el tema. En uno de ellos, promovido por la Universidad Complutense de Madrid, se destacan los «graves efectos que la luz de las pantallas digitales pueden provocar en los ojos», ya que así se advierte en experimentos realizados en animales de experimentación y en personas. «La Comisión Europea -advierten los investigadores liderados por Celia Sánchez Ramos- ya está estudiando los riesgos y ha creado un comité científico para analizar las potenciales consecuencias para la salud visual de las personas».

Sin embargo, otro realizado por científicos británicos y publicado en Psychological Science pone en duda estos riesgos. Concluyen que la exposición moderada a las pantallas táctiles de dispositivos electrónicos apenas tiene consecuencias para la salud de los adolescentes, según los resultados de un amplio estudio con más de 120.000 jóvenes del Reino Unido que muestra una relación débil entre ambos factores en el peor de los casos, cuando se usan durante más tiempo del debido.

Frente al argumento de los efectos perjudiciales que puede conllevar la tecnología, que además aumenta cuando su uso es mayor, han visto que el tiempo frente a la pantalla no es dañino e incluso puede beneficiar al bienestar de los adolescentes, proporcionando oportunidades de desarrollar conexiones y habilidades sociales.

Casi todos, el 99,9 % de los adolescentes participantes dijeron usar a diario cualquier dispositivo digital, sobre todo durante el fin de semana, y más centrado en el uso de teléfonos inteligentes, en comparación con la televisión, la videoconsola o el ordenador. Los datos de todas las actividades digitales, tanto los fines de semana como el resto de los días, mostraron que el bienestar de los adolescentes aumentó a medida que se incrementaba su tiempo frente a la pantalla, hasta cierto punto.