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Super Mario, embajador

Beatriz Pallas ENCADENADOS

OCIO@

24 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Hay teorías de la conspiración que sostienen que el cine ha sido el mejor instrumento de colonización norteamericano. Extrapolando la digresión, Japón se habría lanzado a conquistar el mundo a través del manga, los dibujos y los videojuegos que han dejado impronta en varias generaciones. Los principales valores animados japoneses fueron ascendidos el domingo a la categoría de embajadores del país en la clausura de los Juegos Olímpicos, cuando Río le dio el relevo a un Super Mario personificado por el primer ministro nipón. Para coger el testigo, el popular fontanero de Nintendo viajó desde Tokio a sus antípodas por el camino más corto, excavando un túnel que atravesaba el centro de la tierra para salir por una tubería verde en el centro de Maracaná.

En su vídeo de presentación, Japón presumió de célebres personajes que serían fabulosas mascotas olímpicas, desde Oliver y Benji, a Doraemon, Pac-Man, Hello Kitty y, por supuesto, el hermano de Luigi. Si en algo quiso Tokio ir marcando territorio es en certificar que los juegos del 2020 se distinguirán por la alta tecnología. Para empezar, han anunciado que en la inauguración prescindirán de la pirotecnia clásica y provocarán sobre el estadio una lluvia de meteoritos auténtica que se verá en cien kilómetros a la redonda. Si siguen por ese camino, el reto del atletismo no será ver si Usain Bolt puede bajar de los 9,58 segundos, sino cuántos pokémons puede cazar en el trayecto.