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Perrodismo

OCIO@

25 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Perrodismo. Así estarán calificando los políticos los casos de corrupción que aparecen, día sí y día también, en las portadas de los periódicos. ¡Perrodismo! habrán gritado alzando el puño los que aparecen en esa interminable lista de los papeles de Panamá. Perrodismo será para Pujol que millones de españoles hayan desayunado con sus cuentas en Suiza. Perrodismo, se oye por los pasillos de la residencia Urdangarin cada vez que aparecen en los medios correos electrónicos comprometedores. Perrodismo era para el gobierno de Felipe González ver el relato de los GAL salir calentito de las rotativas. De haberse acuñado en aquellos años, Nixon habría llamado perrodismo a lo que hicieron Woodward y Bernstein con el Watergate. De perrodismo habría calificado la Iglesia lo que publicaron los periodistas del Boston Globe: los abusos sexuales que habían cometido varios sacerdotes y que la institución intentó ocultar. Perrodismo. Ese sambenito se lo han colgado a un periodista particular, de un medio en particular, porque él ha hecho a lo que aspiran todos los días todos los periodistas de todos los medios: exponer lo que algunos intentan ocultar. Sean los papeles de Bárcenas o errejonistas contra pablistas. Pablo, lo que vosotros os empeñáis en llamar perrodismo es un pilar de la democracia que tanto amas: la libertad de prensa. Que se aplica en el bar y en la Academia. Palabrita de perrodista.