El jueves a las ocho tienes una orgía

SANTIAGO

26 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Toca escribir sobre los horarios con los que se vive el ocio y la cultura en Compostela. Y lo hago con la falta de autoridad moral que otorga acumular tres lustros llegando tarde a todas las cañas a las que me invitan, apareciendo en las inauguraciones cuando ya no quedan pinchos y preguntando apurado en los restaurantes si la cocina sigue abierta al filo de la medianoche. Pero ese es un problema mío, por no haber estudiado una oposición cuando todavía tenía cierta capacidad para retener conceptos. Ahora la he perdido, en buena parte de madrugada, que es el margen que me da la vida para descomprimir.

Pero la gente de orden también tiene sus motivos para la queja. El Ateneo de Santiago ha abierto el debate sobre el horario de los recitales de la Real Filharmonía, hasta hoy siempre a las nueve de la noche, que te obliga a cenar a lo nórdico para que las tripas no sigan su propia melodía y a meterte en la cama casi siempre al día siguiente. Los conciertos y actuaciones en las salas con aforos medianos también se mueven en esa franja o incluso más tarde, y los locales de pequeño formato se arriman con peligro a la medianoche también en plena semana, un plan inaccesible para el que madruga.

Creo que una ciudad modesta pero dinámica como Santiago no puede soportar que todo acto social quede fijado para el jueves a las 20 horas, que es el prime time más demandado para citas musicales, obras de teatro, exposiciones o novedades editoriales, y más si se tiene en cuenta que el público inquieto que mueve el culo del sillón muchas veces es compartido. Como decía el chiste del portugués en una orgía, ¡organizaçao!