Abarrotada despedida de la Feira Medieval de Noia

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

Durante toda la jornada, calles y plazas estuvieron copadas y los espectáculos congregaron a numerosas personas

20 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La comarca vivió este fin de semana una concentración de citas festivas en las que la Feira Medieval de Noia fue uno de los puntos calientes. Abarrotado estuvo el mercado, ya desde la mañana temprano, como también reunieron a numerosas personas los espectáculos llevados a cabo. Desde el Concello, organizador de este histórico viaje, señalaron ayer que miles de personas han visitado la localidad. No cabe duda de que el broche fue tan espectacular como la apertura.

Malabaristas, comerciantes, músicos y actores de teatro hicieron que, por tercera jornada, Noia reviviese el pasado que está impreso en la piedra de sus paredes y en los blasones de familias que forjaron su identidad colectiva. Más allá de los puestos instalados por artesanos locales o foráneos, la feria es grande porque los noieses la hacen grande. Su implicación y participación, lo señalaba ayer la edila Marisol Vilar, es su principal pilar. De hecho, buena parte de ellos se visten con ropas de época.

Amigos de lo ajeno

La gran afluencia de gente puede convertir a esta edición en histórica. Y aprovechando el ambiente festivo y la multitud, los amigos de lo ajeno han intentado hacer su agosto. Los robos de carteras se han sucedido durante estas jornadas. El sábado hubo más de una docena y el domingo, solo durante la mañana, la Policía Local tenía contabilizadas unas seis sustracciones.

Cabe señalar que algunos de los afectados pudieron recuperar, al menos, sus documentos, ya que varias de las carteras aparecieron escondidas entre los productos de los puestos de venta y, una de ellas hasta fue depositada envuelta en el buzón de una casa.

Así, entre duelos de caballeros y exhibiciones, Noia despierta a partir de hoy de exitoso su viaje y se despoja de sus vestiduras pero, eso sí, conservando para futuras ediciones su imborrable legado medieval.