La cantante de Boimorto emociona con una llamada y una canción a un matrimonio de 90 años de Vilagarcía
03 abr 2020 . Actualizado a las 22:05 h.A Juan Antonio Abalo Pazos lo conoce toda Vilagarcía como Cholín desde que estaba al frente -y probablemente antes- de la ferretería Obelisco, que regentaba en la céntrica plaza de Galicia. Él luce unos espléndidos 92 años, y su esposa Carmiña, 90. El matrimonio vive solo y lleva el confinamiento de la mejor manera posible. «Leo, escucho la radio o doy un paseo por la terraza», cuenta Cholín cuando describe cómo mata las horas.
Una rutina que rompió una llamada telefónica en la tarde del martes. Al otro lado del aparato, nada menos que Luz Casal. La cantante de Boimorto arrancó esta semana con una preciosa iniciativa: llama a gente mayor, a quien no tiene Internet, está en un hospital o simplemente vive sola para hacerles compañía durante unos minutos. El martes fueron Cholín y Carmiña dos de los elegidos gracias a la mediación de su nieto Nando, «que es un liante», dice su abuelo. «Fue toda una sorpresa», reconoce el vilagarciano, que es un profundo admirador de su música.
La llamada, la conversación en realidad, fue muy especial. De hecho, la de Boimorto la colgó en su muro de Instagram.
Ver esta publicación en Instagram
«Buenas tardes. Su nieto me ha dado este teléfono para que hable con ustedes. Soy Luz Casal», arrancó. «Qué tal -respondió un sorprendido Cholín-, somos admiradores suyos». Y ahí comenzó la retahíla de halagos, sinceros, porque se notaba que salían de dentro, del sorprendido arousano. «Es un orgullo para Galicia tener un fenómeno de la música como usted. Siempre hemos sido admiradores suyos. Le agradezco mucho su llamada, nunca creí que pudiera hablar con usted», le dijo Cholín, al que parecía que se le quebraba la voz.
En el mensaje que el «liante» nieto Nando le escribió a Luz Casal, le pedía que le cantara a sus abuelos Piensa en mí. Y saltó la sorpresa: «No le canto a nadie en estas llamadas que estoy haciendo, pero les voy cantar», le dijo la de Boimorto. Y Cholín le contestaba: «Me da igual la que cante porque me las sé todas». Fue él quien se arrancó, tímidamente, con Negra Sombra. Y ella la que tomó el relevo. Y la bordó, como siempre.
«No lo diga muy alto, que si no, tengo que cantarle a otra gente. Nada más que les he cantado a ustedes», dijo Luz al acabar, a un Cholín emocionado: «Muchas gracias. No sabe usted qué feliz me ha hecho». La conversación concluyó con una gran reflexión del vilagarciano: «Estamos con la epidemia esta, pero dentro de lo malo, como la gente es muy egoísta, a ver si esto nos hace mejores a todos». «Espero que sí», remachó Luz.
