Adictos en riesgo de volver a caer

Alberto Lorenzo RDACCIÓN

SOCIEDAD

Mariscal

Los expertos advierten de que la situación de confinamiento actual podría afectar a personas que hayan pasado por problemas de ludopatía, alcoholismo o drogadicción

29 mar 2020 . Actualizado a las 20:37 h.

Uno de los factores que puede empujar a una recaída en un adicto es el desequilibrio emocional. El psicólogo Manuel Lage recuerda, al respecto, que «todo lo que nos aparta del punto óptimo de equilibrio enfrenta al cerebro racional y el irracional». Una situación como la actual, con toda la población recluida en casa por el estado de alerta del coronavirus, puede desencadenar una vuelta a comportamientos que estaban superándose. «Si se abre la puerta a lo irracional, a lo mejor uno piensa que esto no tiene solución y que no es el momento para luchar», explica. Y de ahí volver el juego, a la bebida o las drogas.

«El aburrimiento y la frustración son uno de los motores de riesgo de una persona que presenta una adicción para que vuelva a repetir esas conductas», señala en una entrevista con Europa Press Gloria González, del centro ITA adicciones. Se detiene de manera especial en la ludopatía: «El hecho de estar en casa, teniendo a mano un sinfín de posibilidades para apostar, jugar de manera fácil, rápida y cómoda a través de Internet, hace que este tipo de personas tengan que estar más alerta ante esta situación, ya que podrían recaer con cierta facilidad».

Antonio Rial Boubeta es profesor de Psicología de la USC y experto en adicciones. Desde la psicología social subraya que esta situación, además de ser completamente nueva, «altera por completo el sistema de recompensa». Dice que muchos de los elementos «reforzadores o de gratificación comunes en nuestra vida no están a nuestro alcance, lo que puede generar frustración y búsqueda de refuerzo». Ese mecanismo con adicciones latentes multiplica el riesgo.

El jefe de Terapias de Triora Alicante, Rafael Quinto, se centra en el caso concreto de las drogas. En declaraciones a Europa Press dice: «Puede aumentar el riesgo de recaídas en pacientes que ahora mismo están en tratamiento. Recordemos que la adicción es una enfermedad emocional, una enfermedad donde hay un mal manejo de las emociones y por ese "no querer sentir" el paciente no tiene más remedio que consumir para no manejar esa emoción incómoda».

Hay, sin embargo, una perspectiva positiva en todo esto. Manuel Isorna, otro de los expertos en adicciones de referencia en Galicia, dice que en una situación como esta «es muy difícil dar visiones generales y se debería ir caso a caso, dependiendo mucho del entorno familiar de la persona y como lo apoyan o no». Sin embargo, cree que precisamente este es un buen momento para subrayar que, por ejemplo en el caso de drogas, «es perfectamente viable vivir sin ellas».

Terapias «on-line»

Quinto señala que «lo fundamental es pedir ayuda, coger el teléfono, hacer uso de la videollamada y llamar a algún compañero del grupo terapéutico o al propio profesional: al psicólogo, al terapeuta que te está viendo... Y, por supuesto, comentar esas ganas de consumir». En se sentido, Isorna señala que es muy importante que se potencie la terapia on-line en las unidades de drogas para que la gente pueda seguir contando con esa asistencia.

Manuel Lage apela a no caer en el autoengaño: «Hay que intentar pensar con tranquilidad, darnos un respiro y que la parte racional del cerebro tome las riendas. Hay que pensar que se trata de una situación temporal y que esto se va a terminar».

Pero, además de ello, este psicólogo señala que es muy importante no olvidar «de dónde venimos» y «tener clara la evolución vital». Así, la persona adicta o que haya tenido problemas en el pasado, podrá tener presente «que los peores momentos de su vida tienen que ver con eso que le está apeteciendo hacer».