Lary León: «El trato humano es tan importante como la parte médica»

maría cedrón REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

CESAR QUIAN

La experta en superación personal explica que humanizar también es contarles a los niños enfermos qué les pasa con su propio lenguaje

26 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La conversación comienza, antes de la entrevista, hablando de perros. Le gustan. Tiene un gran danés. Muy grande. Muy noble. Ella, aunque de aspecto delicado, también es una persona «enorme», una luchadora de sonrisa perpetua. Irradia optimismo, un ingrediente fundamental para lograr la «humanización» de espacios que hasta no hace mucho podían resultar lugares oscuros o fríos como un hospital. De eso, de unificar todos esos pequeños detalles que hacen que un paciente esté más cómodo, sobre todo cuando son niños, es de lo que habló ayer Lary León Molina, gerente de la Fundación Atresmedia, durante la segunda jornada de Responsabilidad Social en el Ámbito Sanitario, organizada por el Complejo Hospitalario de A Coruña (Chuac). Sabe de buena tinta lo que es estar ingresada. De niña, pasó días y días en el hospital. Y ahora trabaja dentro. Con esa varita mágica, que es su sonrisa, intenta transmitir la importancia de escuchar, acariciar o, únicamente, sonreír a alguien que está ingresado. Lo hace a través de la Fundación, que colabora con 183 centros de toda España en un proyecto de humanización de hospitales para niños.

-Usted pasó mucho tiempo en el hospital cuando era niña, ¿cómo han cambiado los centros desde entonces?

-Cuando vine al mundo fue una sorpresa porque nací sin dos brazos y sin una pierna. Luego he estado muchas veces hospitalizada por causas colaterales, por un hueso de la cadera que estaba invertido. He pasado muchos meses en el hospital. Afortunadamente han cambiado mucho las cosas. Cuando estaba hospitalizada me ha tocado estar la lado de una abuelita que igual se estaba muriendo. Ahora las plantas de pediatría están muy perfiladas, son muy acogedoras. Han evolucionado mucho. Es verdad que queda bastante por hacer, pero se ha avanzado mucho.

-Ahora todo el mundo habla de humanización, ¿pero qué es exactamente?

-Es verdad que todos estamos muy encima de ese tema. En la Fundación estamos con una herramienta que ayude a los hospitales a hacer una especie de autoevaluación personal de en qué momento de humanización están. Porque es verdad que eso no solo es que las paredes tengan dibujos o que haya una sala de juegos. Eso es muy importante, pero son muchos más detalles que denotan la formación psicólogica o asistencial de las personas que están cuidando al niño durante el tiempo que está en la cama del hospital. Una caricia, una mirada, el hecho de explicarle al niño en un lenguaje adaptado lo que debe saber porque al final ellos son los protagonistas de su enfermedad y nos olvidamos. A veces, lo que ocurre es que interactúan médicos, padres, enfermeras que comentan ‘vamos a hacerle esto’. Me acuerdo que cuando me ocurría esto decía ‘estoy aquí, no me entero de nada y soy la protagonista’. Son muchos minidetalles los que conforman la humanización. ahora el trabajo es poner todo en orden para ver a qué llamamos humanización realmente. No solo centrarnos en lo decorativo, que es muy importante y un gran estímulo para el niño, pero hay detalles tan básicos como escuchar o pensar que pueda estar desorientado y saber cómo le podemos ayudar. Muchas de las sensaciones de dolor que puede tener un niño son pscológicas porque están asustados.

-Ese trato humano es muy importante.

-Lo urgente es abordar la enfermedad, pero el trato humano es también igual de importante que esa parte médica. No es más ni menos. Están a la par. Es dedicación, empatía. Al acercarnos con una jeringuilla, por ejemplo, sonreír o decir una palabra amable es un tiempo que se dedica al niño, pero no es un tiempo extra. Ese tiempo es tan necesario como el líquido de la jeringuilla. Es complementario.