El escáner revela que la momia de Madrid era el médico del faraón

alfonso torices MADRID / COLPISA

SOCIEDAD

Luis Millán | EFE

Los amuletos que portaba bajo las vendas resuelven uno de los enigmas del Museo Arqueológico Nacional

14 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La conjunción de esfuerzos de radiólogos y egiptólogos ha permitido resolver uno de los enigmas que desde hace casi 100 años intrigaba a los expertos del Museo Arqueológico Nacional (MAN) y confirmar que exponen un gran tesoro histórico. Gracias al escáner de última generación del Hospital Quirón Salud Madrid, capaz de tomar 2.000 imágenes transversales y representarlas en 3D, han podido certificar sin lugar a dudas que el inquilino de la sala 35, una momia que llegó en 1925 procedente de la necrópolis de Saqqara, es Nespamedu, sacerdote del templo de Imhotep, el dios de la medicina, y un sanador en ejercicio en unos años indeterminados que van del 332 al 30 antes de Cristo, cuando se ocupó de las dolencias del propio faraón, en su corte de Menfis.

La aplicación de esta técnica de radiodiagnóstico a la arqueología, ya usada por el British Museum, y el trabajo de un escultor forense han permitido también poner cara a Nespamedu en el momento de su muerte, la de un hombre de entre 50 y 55 años.

Hace un año Nespamedu, junto a las momias de dos mujeres egipcias y la de un aristócrata guanche, fueron trasladados al hospital durante cuatro horas, escaneados en el TAC y devueltos al MAN a tiempo de que el lunes 7 estuviesen en sus vitrinas. Así se descubrió, sin tener que tocar ni uno de los lienzos de lino que cubren la momia que, en unos casos sobre la carne y en otros entre los pliegues de las vendas, Nespamedu ocultaba 25 piezas, 9 adornos (diadema, collar, brazaletes, pulseras y sandalias) y 16 amuletos, entre ellos ocho con los cuatro hijos del dios Horus, los protectores de hígado, intestinos, pulmones y estómago.