El espectáculo más arriesgado del mundo

Á. M. Castiñeira REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Un «sensacional suceso» protagonizado por la artista estadounidense Mina Alix en el Circo Parish de Madrid tuvo en vilo a los lectores durante días

10 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Martes, 26 de enero de 1904

«Joven, guapa, de arrogante presencia», miss Mina Alix se ganaba muy bien la vida de ciudad en ciudad con The hooping the hoop. Su marido se encargaba de las cuestiones técnicas del espectáculo mientras ella ponía en juego el pellejo para disfrute del público amante del agridulce sabor del peligro.

El «arriesgadísimo ejercicio», con el que llegó a Madrid en enero de 1904, dejaba a la estadounidense «en trance de muerte». Se desarrollaba en un bucle como el de las modernas montañas rusas: consistía en que «Mina Alix se deslizaba por la rampa en un automóvil y pasaba por la abertura que dejaba el trozo de lazo levantado, bajando este rápidamente al cruzar la artista, completando así el anillo, al que daba una vuelta entera el automóvil para formar la rampa de salida. Con objeto de amortiguar el empuje y detener el vehículo en su marcha vertiginosa, colocaba una fuerte red al final de la rampa de salida». El esposo tenía la delicada tarea de unir la circunferencia en el momento exacto, «y no hay que decir la serenidad y precisión matemática que necesitaba para efectuar la maniobra: una décima de segundo en más o menos podría convertir el emocionante espectáculo en horrorosa tragedia».

«Pánico indescriptible»

Fue lo que ocurrió durante una de las sesiones del show. Todo había salido a pedir de boca en las funciones de París y Barcelona, pero aquella noche en el Circo Parish de Madrid -el actual Teatro Circo Price, por donde solían pasar muchas de las atracciones que luego giraban por toda España- algo se torció y tuvo lugar un «sensacional suceso». «La arrojada artista [...], al llegar al momento más difícil de su recorrido, se desplomó con su vehículo, cayendo debajo de este. El instante fue de pánico indescriptible».

Hubo «un clamor unánime de angustia», desmayos y carreras para acudir «en auxilio de la infeliz». «Se le prestaron todos los auxilios de la ciencia y cuando se la trasladó del lugar del suceso iba con pocas esperanzas de vida», aseguraba la crónica recibida por telégrafo en La Voz.

El impacto le dejó a Mina una «terrible herida en la cabeza» que la obligaba a someterse a una difícil intervención quirúrgica, «aventurada sobre ser dolorosísima».

«Dos reñidos con la vida»

En un despiece titulado Dos reñidos con la vida, el periódico refería que horas antes del accidente «se había presentado en el Circo de Parish un joven periodista, pretendiendo que se le otorgase permiso para acompañar a la artista en su automóvil, o sustituirla [...]. La pretensión fue denegada. También el representante de la empresa se proponía recorrer uno de estos días la pista, en el automóvil, por puro sport».

El periódico fue ofreciendo prácticamente a diario información sobre la evolución de la artista, que tenía en vilo a los lectores. «El estado de miss Mina Alix [...] es desesperado [...]. El doctor Cospedal ha realizado la trepanación cerebral», publicaba el 28 de enero. «Los médicos [...] observaron en ella alguna mejoría», decía al día siguiente.

El 30, el accidente provocó una acalorada discusión en el Congreso entre el diputado Lerroux y el ministro de la Gobernación. Sostenía el primero que las autoridades tenían «el deber imperioso de vigilar y aun prohibir espectáculos bárbaros».

La situación de Alix fue a peor. «Los médicos que la asisten desesperan de salvarla». Y tras una nueva operación, falleció el 18 de febrero, a causa «de meningoencefalitis. El 20 recibió sepultura en el cementerio británico de Madrid. «Al acto concurrieron los cónsules de Inglaterra y los Estados Unidos, muchos artistas, compatriotas y numerosos curiosos».