Las leyes antitabaco del 2005 y del 2010 evitaron en España la muerte de 200 fumadores pasivos al año

a.t. MADRID / COLPISA

SOCIEDAD

FRANCIS R. MALASIG | EFE

La mortalidad por infarto ha bajado un 9 % y hay un4 % menos de partos prematuros

30 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La drástica reducción de la nicotina y el humo de cigarrillos que los españoles respiran en los lugares de ocio y de trabajo, gracias a la aprobación de las leyes antitabaco del 2005 y del 2010, ha permitido evitar la muerte de unos 200 fumadores pasivos cada año. Es uno de los datos más llamativos que incluye el análisis sobre los beneficios provocados por el aumento del control sobre el tabaquismo en el último decenio que ha realizado la Sociedad Española de Epidemiología (SEE).

La monografía, que desvela importantes avances contra una pandemia que todavía causa en España 50.000 muertes directas y evitables al año, indica que en el 2002 unos 1.228 españoles no fumadores fallecían, fundamentalmente por tumores en el pulmón e infartos, como consecuencia del humo cancerígeno ajeno que respiraban a diario. La cifra de muertes, tras extenderse la prohibición de fumar a todos los bares, restaurantes y salas de ocio, descendió ya en el 2011 en 200 fumadores pasivos al año, un 16 %.

La razón hay que buscarla en la prohibición, pero también, según destaca el estudio, en un cumplimiento generalizado de las restricciones, que ha permitido liberar el aire de todos los espacios públicos cerrados de hasta un 90 % de nicotina y partículas cancerígenas.

Solo el 5 % esquiva el veto para fumar en el trabajo, un 9 % en bares, un 4 % en discotecas y pubs, un 9,8 % en vehículos comerciales y un 2,2 % en taxis, aunque se dan incumplimientos más altos en terrazas cerradas y semicerradas y en algunos recintos sanitarios. De hecho, aunque la ley no entra en esa parcela, el estudio detecta una reducción de 21 puntos en la presencia de humos de tabaco en los hogares, al pasar de estar presente en el 29,2 % de las casas en el 2005 al 8 %.

Los expertos de la SEE indican que, además la menor exposición a humo ambiental trajo mejores indicadores de salud. Calculan el descenso de las hospitalizaciones por EPOC en un 14 %, unas 10.000 menos al año, y de entre un 7 % y un 10 % la reducción de los ingresos por asma. Las mortalidad por infarto habría bajado un 9 % y habría un descenso del 4 % de los partos prematuros y del 3 % de los bebés con bajo peso.