Alertan de que las ofertas de otros países provocarán un nuevo éxodo de médicos

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

La movilidad de los facultativos en Galicia
La Voz

Los colegios dicen que Galicia no podrá soportarlo y reclaman a Sanidade más estabilidad para evitarlo

29 may 2017 . Actualizado a las 10:36 h.

Galicia tiene actualmente 13.610 médicos colegiados, aunque en esta cifra se incluyen facultativos jubilados que siguen pagando sus cuotas de colegiación. De los que siguen en activo, «no debería irse ni uno, y sobre todo en algunas especialidades en las que ya no tenemos médicos». El presidente del Consello Galego de Colexios Médicos, José Luis Jiménez, es así de claro ante las ofertas que desde hace un tiempo están apareciendo en otros países para atraer a los profesionales de Galicia y de otras comunidades españolas. Irlanda, y en menor medida Francia, están lanzando campañas para captar médicos con sueldos y condiciones muy ventajosas. «Algunos países se están rifando a nuestros médicos -avanza Jiménez-, por ejemplo, Irlanda está ofreciendo sueldos estratosféricos a médicos de atención primaria para zonas en las que tienen carencias».

Otros países, como Francia, se centran más en comunidades próximas, como Aragón, para atraer a sus galenos, «pagándoles el triple o el cuádruple y con más vacaciones al año, condiciones maravillosas que tarde o temprano van a acabar enganchado a los profesionales, sobre todo a aquellos que no tengan cargas familiares», apunta Jiménez. En la página del colegio médico de Teruel, por ejemplo, hay ofertas para Francia que oscilan entre 4.500 y 15.000 euros netos al mes en función de la especialidad.

Porque los datos numéricos, a simple vista, no parecen negativos para la comunidad gallega. Desde el año 2010 llegaron más del doble de los médicos que se fueron. Según las cifras facilitadas por los propios colegios, desde el 2010 y hasta principios de mayo, llegaron a la comunidad gallega 467 facultativos de otros países, y se fueron 214. En ocasiones puede incluso tratarse del mismo profesional, porque hay médicos que vienen a realizar la especialidad en Galicia y después regresan a su país.

Para el presidente del Consello, no debe dejarse escapar a ninguno, «hay que intentar que tampoco se vayan los que han venido a formarse a Galicia, porque en estos momentos ya no tenemos médicos para algunos momentos del año, y en medicina de familia o pediatría se está infrasustituyendo», es decir, no se cubren todas las bajas que se producen. Jiménez alerta del riesgo que puede provocar la marcha de médicos y la necesidad de especialistas, que puede llevar a las Administraciones en determinado momento a «una locura contratadora» en otros países, como ocurrió en los 90, cuando antes se dejó marchar a los facultativos de aquí. Los años 2012 y 2013 fueron los más críticos para los médicos gallegos. En cada ejercicio se fueron una cuarentena de facultativos al extranjero. A partir del 2014 la cifra bajó, y sobre todo en el 2016 (salieron 27). En cuanto a los profesionales de otros países que pidieron su colegiación en Galicia, el año en el que llegaron más galenos fue el 2010, más de 80, mientras que en el 2016 llegaron 79. Los países que aportan más colegiados son Perú, Argentina, Venezuela y Portugal, mientras que los gallegos que salen lo hacen mayoritariamente a Reino Unido y Portugal.

Jiménez atribuye la diferencia entre los médicos que llegan y los que se van a que la mayoría viene a realizar la residencia, o a que ya se necesitan profesionales como hace años, es decir, «empieza a volver a pasar», concluye.

Exigen al Sergas contratos de continuidad tras acabar el MIR de primaria

El Consello Galego de Colexios Médicos y las sociedades científicas de atención primaria han creado grupos de trabajo para determinar los problemas y soluciones de este nivel asistencial. Y entre las propuestas que han presentado ante la Consellería de Sanidade figura la de crear un contrato de continuidad para los facultativos cuando terminan los años de especialidad. «Sería importante que acabasen y tuviesen el contrato encima de la mesa, al menos de seis meses, para evitar que estos profesionales estén con contratos de tres días, paro, otro contrato, es decir, para evitar que estén en el frigorífico», explica el presidente del Consello Galego de Colexios Médicos, José Luis Jiménez.

Este contrato permitiría dar estabilidad a los profesionales de primaria -médicos de familia y pediatras-, que podrían cubrir bajas y vacaciones pero en unas condiciones estables, no con contratos de días. Esta petición no solo se limita a los galenos que terminan el MIR, sino a los que están en listas en condiciones precarias. La respuesta, de momento, no ha sido muy positiva, ya que aunque el Sergas se compromete a aumentar las sustituciones a lo largo de todo el año, y no solo en vacaciones, no garantiza este tipo de contratos por las dificultades legales que acarrearían.

El problema de tener a un médico de familia en una lista de sustituciones con contratos diarios, semanales o mensuales, es que si llega una oferta estable de fuera, lo más probable es que se marche. Y ese es precisamente el temor que tienen los colegios a la vista de cómo están actuando otras comunidades. 

Contratos sustanciosos

Y es que la falta de especialistas está llevando a algunas comunidades ya a ofrecer contratos sustanciosos que pueden provocar una nueva emigración de facultativos. No son precisamente las autonomías más ricas, «sino las que más se espabilan», advierte.

Jiménez encuentra otro problema nuevo que surge desde que el número de plazas MIR se ha reducido, ya que de repente hay graduados en Medicina que no pueden optar al período de formación para su especialidad, y deben pasar un año más esperando, ya que la normativa española no permite a ningún médico trabajar en el sistema público sin haber hecho la residencia. «La demografía médica va a ser un serio problema en los próximos años», alerta el presidente del Consello Galego.