El etíope Tedros Adhanom Ghebreyesus, nuevo director general de la OMS

Laura García del Valle
Laura G. del Valle REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

FABRICE COFFRINI | AFP

Será el primer máximo responsable de la organización del continente africano; su labor como ministro de su país ha sido cuestionada, pero defiende la cobertura sanitaria universal

24 may 2017 . Actualizado a las 00:29 h.

Será el primer director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de origen africano. Pero también el primer director general de la OMS al que se le achaca haber ocultado casos de cólera cuando era ministro de Sanidad en Etiopía. La elección de Tedros Adhanom Ghebreyesus (Eritrea, 1965) como sucesor de la china Margaret Chan al frente de la agencia sanitaria pilló desprevenido a más de uno.

No era el favorito en los pasillos de la sede de la OMS, en Ginebra, donde estos días se celebra la asamblea anual y tampoco lo era de los manifestantes etíopes que hace dos días intentaron que las pretensiones de este médico, que ha presidido, entre otras entidades, el Fondo Mundial de la lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria llegaran a buen puerto. Le achacan, además de carecer de transparencia sanitaria cuando era titular del Ejecutivo de su país, su cercanía al núcleo duro del régimen etíope, acusado de numerosas violaciones de libertades fundamentales y de represión política. Sin embargo, como parece ser habitual en otros procesos electorales recientes, las tornas se han dado la vuelta y lo que parecía imposible ha sucedido, adelantando el biólogo Tedros al que todas las quinielas apuntaban como cabeza visible de la entidad durante los próximos cinco años, el británico David Nabarro. 

La pakistaní, primera en caer

Representantes de 186 países miembros dieron la espalda en la primera vuelta a la pakistaní Sania Nishtar. Esta cardióloga, que en su último discurso pidió a los delegados que no la votaran «por ser mujer o venir de un país en desarrollo», sino por ser capaz de impulsar «el cambio constructivo y sostenible de la OMS que ustedes también quieren», no consiguió su objetivo ni tampoco, al parecer, el que creía que querían sus colegas ayer en Ginebra.

Los votantes prefirieron las intenciones expuestas por Tedros, basadas en mejorar la respuesta ante emergencias sanitarias, la transparencia como modelo de cultura de la OMS y, sobre todo, la cobertura sanitaria universal. A su discurso, en el que aseguró que luchará para garantizar que todas las personas tengan acceso a los servicios médicos que necesitan, añadió una experiencia de su infancia, relacionada con la muerte de uno de sus hermanos a causa de una enfermedad que podía prevenirse: «Es pura suerte que yo haya sobrevivido y que hoy pueda estar frente a ustedes».

Conmovidos o no por estas declaraciones, o confiando en que sus promesas sobre apoyar a las autoridades para que comprendan los efectos del cambio climático o el interés por asegurar «el bienestar de niños y mujeres» se cumplan en este mandato, lo cierto es que consiguió más apoyos que Nabarro, que parecía partir con ventaja. Quizás el hecho de formar parte de la entidad -dirige la respuesta de la ONU ante el cólera en Haití- haya podido más que su continua alusión a los cambios, pues muchos ven difícil que la OMS pueda renovarse sin aire fresco.

Dolors Montserrat presentó el sistema de salud español como «un ejemplo en el que se miran muchos países»

La segunda jornada de la 70 edición de la Asamblea Mundial de la Salud estuvo marcada por la elección del líder que estará al frente de la Organización Mundial de la Salud, al menos, durante los próximos cinco años. Sin embargo, la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Dolors Montserrat, aprovechó su presencia en la cita, la primera a nivel ministerial desde que Trinidad Jiménez fuera como representante en el 2010, para asegurar que España quiere jugar un papel protagonista en la construcción de una sociedad más sana. Para ello, Montserrat ha puesto en valor la estrecha colaboración del Sistema Nacional de Salud con otros países en materias como, por ejemplo, la formación sanitaria, los trasplantes o el diseño de iniciativas como el Equipo Español de Emergencias Humanitarias Internacionales (Equipo START).

«Nuestro sistema de salud es un espejo en el que muchos países de todo el mundo se miran para mejorar», dijo la ministra, para insistir en la necesidad de unir nuestros esfuerzos en combatir todos aquellos aspectos que afectan a la salud de nuestros ciudadanos, ya que es imprescindible que trabajemos de forma coordinada para ser más eficaces», explicó. 

Coordinación entre estados

De hecho, Montserrat señaló la importancia de la coordinación y transparencia entre los estados, y de ser capaz de actuar juntos de manera «rápida y eficaz». «Durante el mandato de la Dra. Chan hemos tenido que afrontar situaciones muy complicadas, como el ébola, la gripe A o el virus Zika, pero gracias al esfuerzo de todos y en especial a su capacidad de liderazgo y de coordinación hemos logrado grandes resultados», detalló.

Asimismo, la ministra ha avisado de que en esta nueva etapa, la que se abre con la elección en esta cumbre de la nueva dirección de la OMS, hay que ofrecer una mirada global a los actuales problemas, los cuales van desde la falta de acceso al agua potable y de alimentación en países en vías de desarrollo, hasta el reto que supone dar un mejor abordaje a las enfermedades crónicas y propias del envejecimiento progresivo que acontece actualmente en países occidentales como España.