¿Un cambio de sexo puede desviar el rumbo de un proceso de violencia machista?

carmo lópez REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Ed

Un acusado de maltrato psicológico a su expareja se convierte un una mujer durante el litigio

23 may 2017 . Actualizado a las 07:31 h.

El asunto no es común. Más bien, todo lo contrario. Pero basta para abrir un debate sobre la urgencia de revisar la legislación con el objetivo de adaptarla a diferentes realidades sociales que, poco a poco, pueden ir convirtiéndose en cada vez más comunes en España. El caso parte de varias denuncias de maltrato psicológico presentadas por una mujer contra su marido bombero al que, debido a ello, pidió el divorcio. Pero durante el recorrido judicial emprendido para resolver el conflicto el hombre realiza un proceso de cambio de sexo. Ahora comparte la custodia de sus dos hijos con la exmujer y vive en Asturias, como publicó El Correo, Unos 7 años después de las primeras denuncias, no tiene ya un nombre masculino en el DNI y, aunque no ha culminado todo el cambio, a ojos del juez es una mujer acusada por otra chica. Para el abogado de la ahora acusada, Íñigo Urien Azpitarte, esto puede dar un cambio de rumbo al proceso. 

La razón

De hecho, como explica, pretende echar mano de ese importante matiz para que el asunto sea trasladado a un juzgado de Familia y no continúe en uno de violencia de género. La consecuencia de ello es que las penas a las que se expone serían menores, además de que acabaría librándose de la marca que implica haber estado acusado de presunto maltratador.

¿Por qué pretende pelear por el cambio? «En los casos de violencia de género no está permitida la mediación. Lo que pedimos es que las denuncias que están pendientes sean vistas por un tribunal de Familia normal para poder recurrir a esa vía», dice a través del teléfono. Ahora, como explica el letrado, «hay pendientes tres denuncias». Las que habían llegaron al juzgado previamente fueron archivadas.

No solo eso. Urien apunta que hay «un informe psicológico en el que dice que su clienta, ya antes de la transformación e incluso de pequeña, se notaba y veía como mujer». Por eso, defiende que no puede aplicársele la Ley Integral de Medidas contra la Violencia de Género al experimentar una contradicción entre la identidad sexual y el sexo biológico y cromosómico. Está dispuesto a pelear para lograr el cambio de juzgado e incluso «llevar el caso al Tribunal de derechos Humanos de Estrasburgo». 

Otra lectura

En la actualidad los delitos de violencia de género están tipificados como aquellos que comete un hombre contra una mujer. Además, las penas son más duras para un supuesto maltratador que para un delito semejante que no esté dentro de los supuestos de violencia de género. Pero no todos los letrados hacen la misma interpretación del caso que Urien. El abogado gallego Rubén Veiga explica que puede aplicarse igualmente la ley porque el artículo 173.2 dice al hablar de víctima como la que «haya sido cónyuge del maltratador o aquella persona que esté o haya estado ligada a él por una relación de afectividad». En este sentido añade que ahí no queda concretado que sea un hombre o una mujer. «Podría intrepretarse que las vejaciones verbales a las que supuestamente sometió a su ex mujer pueden entenderse como un delito contra la integridad moral». No está claro que pasará ahora. El debate está abierto. No solo en la sala.