Paulo Speller: «Alfabetizar ya no es enseñar las letras, sino aprender a lo largo de la vida»

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

XOAN A. SOLER

El secretario general de la OEI para la educación, la ciencia y la cultura quiere intensificar la relación con Galicia

17 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Es la decana de los organismos iberoamericanos. La Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) para la Educación, la Ciencia y la Cultura, se remonta a 1949. Su secretario general, Paulo Speller, visitó Galicia para mantener varias reuniones institucionales, entre ellas con el presidente de la Xunta, e incrementar la relación con la comunidad.

-¿Cuál es el objetivo de la visita a Galicia?

-La OEI tiene su secretaría general en Madrid, y por lo tanto tenemos una relación muy intensa con las comunidades y queremos incrementarla. Eso por un lado, por otro, Galicia en particular ha tenido un rol muy importante con la emigración a América Latina y tenemos mucha presencia gallega, por eso queremos retomar esta relación.

-¿Estaba aparcada?

-Ha habido proyectos específicos y los queremos retomar en este momento. Son iniciativas de movilidad, de apoyo a la educación, de cultura, de ciencia. Ahora mismo el programa Paulo Freire, de movilidad de estudiantes de Magisterio, está en pleno curso y Galicia podría priorizar su participación desde las universidades gallegas, que tienen mucho reconocimiento. Otros programas se dirigen a la movilidad científica, como el de laboratorios iberoamericanos, que se dirige a científicos de institutos de investigación del campo de la salud pública y que sean referencia internacional, y aquí Galicia también puede colaborar.

-¿Puede haber democracia sin educación?

-En la educación es donde estamos más presentes. Tenemos un instituto en Bogotá para la educación en derechos humanos y democracia, que busca justamente aportar experiencias y buenas prácticas en este terreno, es decir, educar para la vida democrática y para el respeto a los derechos humanos.

-La OEI es un organismo intergubernamental, que trabaja por lo tanto con gobierno de distintos signos políticos, ¿es complicado?

-Eso forma parte de cualquier organismo intergubernamental. En este son miembros titulares 23 países de Sudamérica, Centroamérica, el Caribe y la Península Ibérica. Además, hay otos siete miembros lusófonos observadores en Asia y en África, que también participan.

-¿Algún proyecto educativo o cultural de un país ha corrido riesgo por culpa de un gobierno?

-No, la diversidad es la marca de cualquier organismo internacional o intergubernamental. Desde que yo he llegado hemos tenido elecciones, cambios de partidos políticos, y eso es parte de la vida democrática. Los gobiernos se turnan de acuerdo a las reglas del juego democrático.

-Hay gobiernos como el de Venezuela en los que se cuestiona este juego democrático.

-Son gobiernos elegidos, incluso el presidente Maduro es un presidente elegido. Nosotros apostamos por el fortalecimiento de las instituciones y de la vida democrática, por supuesto que hay crisis políticas, económicas y sociales, pero la organización busca colaborar para construir sociedades cada vez más democráticas y que respondan al reto que tenemos, que es el perfeccionamiento de las sociedades democráticas y de la justicia social.

-¿Sigue siendo un reto en estos 23 países alcanzar la alfabetización?

-Ha cambiado un poco el concepto, antes se consideraba alfabetización las primeras letras y en algunos casos incluso solo firmar, ahora se trata de una alfabetización a la largo de toda la vida, de dar continuidad y de que los jóvenes, cuando lleguen a adultos, puedan seguir sus estudios. Significa poder aprender y avanzar a lo largo de toda la vida.

-¿Hay diferencia en cuanto al nivel de los países miembros en su nivel educativo, cultural...?

-Sí, hay diferencias muy fuertes. Nosotros tenemos programas que están abiertos a todos, pero hay situaciones diferentes como las de la Península Ibérica o el cono sur, en donde la alfabetización es un logro desde hace muchos años, o regiones de Centroamérica en donde hay mucho que avanzar. Por lo tanto hay diferentes niveles de demanda porque el nivel de desarrollo es diferente. Países como Ecuador nos han demandado un proceso de formación intensa y masiva del profesorado de educación básica. Pese a las diferencias, hay un avance en todas las regiones y una concienciación de los gobiernos de que la educación tiene un rol estratégico.

-¿Miden los avances?

-Sí, elaboramos una publicación, llamada Miradas, en la que cada año se publican los avances y los objetivos del proyecto metas educativas 2021.