El papa lleva sus aires nuevos a Fátima

begoña íñiguez FÁTIMA / CORRESPONSAL

SOCIEDAD

Canonizó a los pastorcillos ante un millón de fieles; «es único, nos dice lo que necesitamos oír», dice una peregrina

14 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Rodeado de fortísimas medidas de seguridad y de una multitud de peregrinos de todo el mundo, un millón según la organización, muchos de ellos españoles, el papa finalizó su histórica visita a Fátima dejando su propia estela de cercanía y humanidad. Con nuevos aires. Pidiendo «esperanza y paz» para enfermos, discapacitados, encarcelados, desocupados, pobres y abandonados. Defendiendo el valor de la oración en un momento de crisis de valores y el papel decisivo de la Virgen María en la historia del cristianismo. En menos de 24 horas Francisco canonizó en el recinto del santuario, lleno hasta la bandera, a dos de los tres pastorcillos, Jacinta y Francisco Marto, presidió las celebraciones del primer centenario de las apariciones y rezó con emoción ante la Virgen de Fátima, en la capilla de Cova da Iria, el mismo lugar en el que, el 13 de mayo de 1917 los tres pastorcillos la vieron por primera vez.

«Nunca había visto tanta gente dentro del recinto central del Santuario y con una comunión tan tangible con un papa», cuenta Marisa González, una peregrina de Leganés, que lleva viniendo a Fátima con su parroquia, cada 13 de mayo, desde hace 28 años. «Este papa es único, porque nos dice lo que necesitamos oír, y su mensaje se queda en el corazón de cada uno de nosotros porque defiende los valores fundamentales del cristianismo», señala. 

En tiendas de campaña

Ante la imposibilidad de encontrar alojamiento en Fátima, ni en los alrededores, cuyos precios se dispararon durante las últimas semanas, muchos peregrinos gallegos tuvieron que dormir en tiendas de campaña, a la intemperie e incluso en sus coches, como le ocurrió al lucense Víctor Santiso. Víctor, y los tres amigos con los que peregrinó a Fátima pernoctaron en su furgoneta. «No ha sido ningún problema porque una noche se duerme de cualquier manera y más en un momento tan emocionante como este», afirma con convicción.

Entre la multitud heterogénea que llenó el santuario desde el día 12 por la noche hasta bien entrada la tarde de ayer destacaba un grupo de San Fernando (Cádiz) con una enorme bandera española que montó su campamento a la intemperie, muy cerca del altar mayor para ver de cerca al papa. «Todo este sacrificio ha merecido la pena» declaran. «Hemos pasado frío y ha llovido mucho», cuenta Rocío Galea, «pero en los momentos centrales de las celebraciones ha salido el sol o ha parado de llover, como ocurrió ayer por la noche», afirma emocionada y con los ojos llenos de lágrimas.

Más de un millar de personas han trabajado en el Santuario de Fátima en la logística y organización de la visita del Papa Francisco. Carmo Rodeia, responsable de prensa del Santuario, indica: «Aquí trabajamos permanentemente 315 personas, a lo que hay que añadir las contrataciones de apoyo a este viaje y los cientos de voluntarios, tanto seglares como sacerdotes, que desinteresadamente nos han ayudado estos días, más de mil personas en total». Cuestionada sobre lo que permanecerá en el recuerdo de esta primera visita de Francisco a Fátima su directora de comunicación considera que «para el recuerdo de todos nosotros quedará el espaldarazo que el papa ha dado al mensaje de Fátima y sus apariciones». 

Seguridad reforzada hasta el último minuto de la visita

Hasta el mismo momento en que el avión de la compañía aérea TAP que transportaba al papa de vuelta a Roma dejó de sobrevolar el territorio portugués, las fuerzas y cuerpos de seguridad lusos desplegaron en todo el país, desde las fronteras aéreas hasta las terrestres, y en los lugares por los que iba a pasar o estar el pontífice, un dispositivo de seguridad nunca antes visto en Portugal. En toda la villa de Fátima desde el día 11 y hasta horas después de la marcha de Francisco, 3.000 agentes de la Guardia Nacional Republicana (GNR) se encargaron de velar por la seguridad Papal.

El mayor Bruno Marquês, portavoz de la Guardia Nacional Republicana (GNR) confirmó, minutos después de la marcha del papa, que «la operación transcurrió según lo establecido inicialmente y por suerte no hay que destacar ningún incidente aquí en Fátima, tan solo algunas detenciones rutinarias en las fronteras terrestres con España».

Francisco invocó a sor Lucía para combatir la indiferencia «que enfría el corazón»

En el transcurso de la misa Francisco lanzó una advertencia sobre el peligro que supone vivir de espaldas a Jesucristo. La Virgen, «previendo y advirtiéndonos sobre el peligro del infierno al que nos lleva una vida sin Dios y que profana a Dios en sus criaturas, vino a recordarnos la luz de Dios que mora en nosotros y nos cubre». Bergoglio también citó una de las cartas de sor Lucía, en la que se pide una «auténtica movilización» de los creyentes contra la «indiferencia que nos enfría el corazón y agrava nuestra miopía». «No queremos ser una esperanza abortada», advirtió el papa, insistiendo en que «la vida solo puede sobrevivir gracias a la generosidad de otra vida».

Hacia el final de su homilía, Francisco exhortó a los presentes a que descubrieran de nuevo «el rostro joven y hermoso de la Iglesia, que resplandece cuando es misionera, acogedora, libre, fiel, pobre de medios y rica de amor». Luego, el papa dedicó un saludo a los enfermos, a los que invitó a que no se consideraran «solamente como unos destinatarios de la solidaridad caritativa», pidiéndoles que se sintieran «partícipes de la vida y misión de la Iglesia».