La universidad pública pierde alumnos en los grados, pero no en los másteres

Sara Carreira Piñeiro
sara carreira REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Oscar Vazquez

Los centros privados disparan sus matrículas en los postgrados con más salida

11 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La universidad pública española pierde alumnos en sus grados, aunque los gana, en menor medida eso sí, en los másteres. En cambio, las universidades privadas crecen en todas sus versiones, especialmente en el postgrado. Las cifras ofrecidas por el Ministerio de Educación sobre el curso 2015-16 no dejan lugar a dudas: en un año la población española de 18 a 24 años cayó un 0,9 %, pero los estudiantes en las universidades públicas bajaron un 2 %, mientras que en las privadas aumentaron un 5 %. Las cifras relativas pueden llamar a engaño, porque aunque los alumnos de las privadas han aumentado, el 85 % de los universitarios sigue estando en las facultades del Estado. No hay un único motivo que explique esta situación: 

Matrículas caras para los repetidores. Hasta el reajuste de las tasas en la universidad era habitual que algunos alumnos permaneciesen muchos años en las aulas. Ahora, primero desde el espacio Bolonia (en vigor total desde el 2010) y después con la subida de tasas del 2012, repetir una asignatura se ha convertido en un lujo. En Galicia supone 240 euros como máximo (por cuarta vez y en carreras de ciencias) pero en Cataluña o Madrid llegan a los 840 euros. 

Menos becas. A lo anterior hay que añadir el recorte de las becas, que tienen un exigente nivel de aprobados y bajos ingresos. Aunque las tasas de la universidad en Galicia son asumibles (sobre 900 euros el curso) en otras comunidades (Madrid o Cataluña) pasan fácilmente de los 2.200. Es frecuente que alumnos planten sus estudios ante un revés económico de la familia. 

Más alumnos en los másteres. Los alumnos que quedan en la universidad quieren que su sacrificio (personal y económico) tenga rentabilidad, por lo que muchos optan por un máster para completar su formación. Por eso el crecimiento en los postgrados es general, en la pública y en la privada. 

Menos distancia entre público y privado. Los másteres en la universidad pública pueden rondar los 3.000 euros por curso, poco menos que muchos de los postgrados de la universidad privada. Ante esta situación, el alumno elige el máster que le garantice mejor salida profesional o formación personal. Por eso, la universidad privada ganó 2.428 alumnos de grado en un año, pero nada menos que 10.274 de máster. Ayer mismo, el ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, anunció oficialmente a los rectores que pueden rebajar los precios de los másteres no habilitantes para atraer alumnado. 

Oferta diversificada. La vinculación de las universidades privadas con el mundo empresarial y su oferta más diversificada (en dobles grados, por ejemplo) anima a muchas familias a apostar por esta enseñanza.