Las zonas costeras de Galicia tienen las mayores tasas de asma infantil

Raúl Romar García
r. romar REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Así es un ataque de asma

Los expertos llaman a controlar la patología en el día mundial de la enfermedad

02 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Que un niño acuda a Urgencias con un ataque de asma debería ser algo muy excepcional, porque en su casa tendrían que saber cómo actuar para prevenirlo». El mensaje parte del pediatra Ángel López-Silvarrey Varela, que ha coordinado varios estudios en Galicia sobre la situación de la enfermedad en la población infantil apoyados por la Fundación María José Jove. La realidad demuestra que la tasa de infradiagnóstico se reduce cada vez más y que los niños reciben un tratamiento adecuado, pero también que los ataques son más frecuentes de lo que de deberían. ¿Por qué? «Porque más del 50 % de nuestros pacientes no están bien controlados», responde el especialista. No solo hay que detectar la enfermedad y ofrecer una terapia específica para cada caso, sino que también hay que formar a las familias en la prevención de las crisis, adiestrarlas en cómo actuar en estos casos ayudarlas a que consigan una mayor adherencia en los tratamientos.

«Hoy en día la formación y la educación terapéutica es clave para combatir la enfermedad, y esto es algo en lo que los profesionales médicos tenemos una gran responsabilidad», advierte López, coincidiendo con el Día Mundial del Asma, que se celebra hoy. Galicia es una de las comunidades donde la enfermedad tiene una mayor prevalencia, pero de una forma muy desigual. Y tampoco hay datos nuevos. Los últimos se corresponden con varios estudios realizados hace diez años por el equipo de López-Silvarrey, en los que se ponía en evidencia la elevada tasa de las poblaciones costeras frente a las del interior. A nivel general, el 13,6 % de los niños de entre 6 y 7 años padecen asma, uno de los valores más altos de todo el país, por encima incluso de otras ciudades que suelen ocupar los primeros puestos en problemas respiratorios, como Bilbao (donde la incidencia es del 12,2 %), Asturias (11,5 %) o Cartagena (11 %). Pero lo más llamativo es lo que ocurre en las ciudades costeras, con un 15,6 % en Vigo y un 15,2 % en Ferrol.

Casos estabilizados

En el tramo de edad de entre 13 y 14 años, la incidencia media en Galicia es del 12,1 % -la media nacional es del 12 %-, pero aumenta más de seis puntos en Vigo, uno de los picos más altos de España, y tres puntos en A Coruña. Por contra, en zonas del interior de Lugo y Ourense el porcentaje de afectados baja del 10 %. «No sabemos cuál es la explicación, pero pensamos que el hecho diferencial puede ser la humedad», explica el pediatra, que cree estos datos se mantienen, aunque confía en que dentro de poco se pueda iniciar un nuevo estudio dentro de un proyecto internacional. «Creemos que en niños de 8, 10 o 12 años los casos de asma se han estabilizado», añade.

Coincidiendo con el Día Mundial del Asma los neumólogos también han reivindicado más campañas de información sobre esta patología. Es el caso de Vicente Plaza, coordinador de la Guía Española para el Manejo del Asma. «Es muy importante impulsar acciones de conciencia social, porque hay muchas personas con síntomas leves que no lo identifican como un problema», dice.

El cambio climático también favorece las alergias

«Papá, me cuesta respirar», escuchó decir el presidente Barack Obama a su hija, que entonces tenía cuatro año años. La pequeña tuvo un ataque de asma y fue ingresada de urgencia. Fue en medio de aquella situación crítica cuando el mandatario se dio cuenta de las posibles consecuencias del cambio climático. Hoy, coincidiendo con el Día Mundial del Asma, numerosos expertos advierten de la presencia de un polen cada vez más agresivo, sobre todo en las ciudades. Estiman que el cambio climático está propiciando cada vez más alergias entre la población y, con ello, el asma asociado a determinados tipos de alergia.

En la actualidad, los alérgicos al polen y los asmáticos ya sufren las consecuencias del calentamiento global. La condiciones para que las plantas sigan creciendo han mejorado y existen datos que corroboran que la temporada del polen es más larga.

Mientras que en el caso de la alergia al polen afecta sobre todo a la parte superior de las vías respiratorias, en el caso del asma afecta a los pulmones. La directora del centro Helmholtz de la Universidad Tecnológica de Múnich, Claudia Traidl-Hoffmann, señala que los pacientes aseguran que los síntomas son cada año peores. «Los niños son especialmente sensibles, pero lo dramático es que estamos registrando un incremento de eccema y alergias también en personas mayores de 70 años», advierte.