La ciencia de la defecación

SOCIEDAD

Si inviertes más de 12 segundos cada vez que acudes al retrete, una de dos: o estás estreñido o eres un bicho raro y no un mamífero

27 abr 2017 . Actualizado a las 13:51 h.

La próxima vez que sientas la necesidad de acudir al retrete, no olvides llevar un cronómetro y si me apuras ?y no te da apuro-, también una regla o cinta métrica. Si inviertes más de 12 segundos en el acto de defecar, una de dos: o estás/eres estreñido o eres un bicho raro y no un mamífero.

Un reciente estudio publicado en la revista Soft Matter pone de manifiesto que todos los mamíferos, independientemente de su tamaño, peso y dieta invierten un promedio de 12 segundos en la defecación. Una premura que en parte es respuesta evolutiva: el olor de las heces ejerce un efecto llamada a potenciales depredadores, por lo que una defecación exprés garantiza estar menos tiempo expuesto. Claro que ésta no puede ser la única razón dado que la «regla de los 12 segundos» rige igual para mamíferos pequeños que grandes, para presas y depredadores. Según los autores del estudio, el factor decisivo es el mecanismo o proceso fisiológico de la defecación. En el colon se produce de manera constante una capa de mucosidad que, cual pátina jabonosa, lubrica el mojón, optimiza el proceso de expulsión y acorta los plazos temporales. Gracias a ello, todos los mamíferos ejercemos la misma (y modesta) presión a la hora de expulsar las heces ?vaya, que hacemos la misma fuerza, para entendernos-. El estreñimiento se produce cuando las heces absorben esta mucosidad, lo que prolonga el trance y nos obliga a realizar una sobrepresión al tener que transitar aquel en seco.

Otras interesantes conclusiones del estudio señalan que el tamaño promedio de cada excremento es 5 veces el diámetro del recto ?de ahí la sugerencia de acudir con la cinta métrica si manifiestas interés en conocer el diámetro del tuyo-. Que todos los mamíferos expulsan, de media, dos heces por defecación. Y que la dieta determina la densidad de las mismas y por tanto su flotabilidad. Dato sumamente interesante si lo que pretendes es averiguar si, por ejemplo, es tu compañero de piso el que te está vaciando a escondidas los túpers de albóndigas de tu madre. O si un potencial candidat@ a pareja te ha mentido en lo referente a que es vegetarian@. Quienes se alimentan principalmente de vegetales generan unos excrementos cargados de la indigerible fibra, menos densos que el agua, y que por tanto flotan en su superficie. Si las heces se precipitan al fondo, es señal de una alimentación más «contundente» y pesada, propia de los carnívoros.