SARquavitae de Santiago ha creado una novedosa Escuela de Familias para despejar cualquier incertidumbre y mostrar cómo se trabaja
20 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Que una persona mayor se traslade a una residencia para la tercera edad genera en muchos casos dudas y preocupaciones a los familiares más cercanos. Para despejar cualquier incertidumbre y también para mostrar cómo se trabaja en un centro de estas características, la residencia SARquavitae de Santiago ha creado una novedosa Escuela de Familias, con once sesiones de trabajo.
La primera de ellas se celebró hace un mes, y contó con la participación del oncólogo del Hospital Clínico de Santiago, Francisco Barón, que abordó uno de los problemas a los que tarde o temprano deben enfrentarse los mayores y sus familias: cómo afrontar los cuidados paliativos cuando llega el último momento. Ayer le tocó el turno a la segunda jornada, Puertas Adentro, que permitió a las familias de los residentes conocer los entresijos de las instalaciones y también al personal que asume trabajos internos, como cocina, lavandería y mantenimiento, vitales para el funcionamiento de unas dependencias en las que se atiende a 156 residentes.
La directora del centro, Gloria García, participó en la visita de ayer y desgranó la clave de este proyecto innovador: «El 50 % del programa son acciones que promovemos nosotros, y el otro 50 % son iniciativas de las familias».