Miguel López: «Sin duda tendremos una pastilla que permita adelgazar sin dejar de comer»

Raúl Romar García
r. romar REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

SANDRA ALONSO

López acaba de ser reconocido como el mejor investigador europeo en endocrinología menor de 45 años

18 sep 2019 . Actualizado a las 20:56 h.

Hace casi diez años fue elegido como el mejor investigador joven de Europa en el área de la obesidad y ahora ha completado el círculo. Miguel López (Ferrol, 1973) ha sido distinguido con el European Journal of Endocrinology Prize, el premio que otorga la Sociedad Europea de Endocrinología a los investigadores menores de 45 años que hayan «contribuido de manera significativa al avance del conocimiento en el campo de la endocrinología», que recogerá en mayo. Son reconocimientos que avalan una exitosa trayectoria profesional dedicada a desentrañar los mecanismos moleculares de la obesidad y las enfermedades metabólicas y su relación con el cerebro. López, que cuenta con un programa Starting Grant de la Unión Europea, dirige el grupo NeurObesity en el CIMUS de la Universidade de Santiago y es miembro del Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición.

-Usted trabaja en el estudio de nuevas dianas terapéuticas para el tratamiento de la obesidad y el síndrome metabólico. ¿Estamos aún lejos de comprender sus mecanismos biológicos?

-Conocemos más que hace veinte años y menos que dentro de veinte. Aún empezamos a aprender los mecanismos que modulan la obesidad a finales de los 80, principios de los 90. Comparativamente con otros campos como el cáncer, empezamos más tarde y llevamos un retraso de en torno a 20 o 25 años con respecto a ellos.

-Pero se avanzó mucho.

-Sí, porque es un área de mucho interés en la que trabaja mucha gente. Ahora, después de las enfermedades cardiovasculares y el cáncer, es probablemente el área que más científicos mueve, porque no hay que olvidar que mucha gente se muere por los problemas asociados a la obesidad.

-Dicen que la obesidad mata, pero no duele.

-No te mueres por ser obeso, sino por las complicaciones asociadas, desde la diabetes a las enfermedades cardiovasculares o distintos tipos de cáncer.

-¿Por qué no se ha encontrado aún un tratamiento verdaderamente efectivo?

-Creo, y es una opinión, que hay un problema de diseño inicial, de concepto, porque lo hemos enfocado solo actuando sobre uno de los dos lados de la balanza. Todos los fármacos se han diseñado para actuar sobre la ingesta, para que la gente coma menos, pero no sobre el gasto de calorías. La solución es tratar la obesidad desde esta doble perspectiva, por lo que la clave es crear una píldora que nos permita hacer disminuir las calorías que comemos, pero que al mismo tiempo incremente las calorías que gastamos.

-¿Este enfoque entiendo que es lo que permite la activación de la grasa parda, la que quema calorías?

-Sí. La grasa parda es la que te permite incrementar la cantidad de calorías consumidas para disiparlas en forma de calor, sin necesidad de hacer ejercicio.

-En esta línea, su equipo descubrió hace unos meses que el aumento de una proteína en el cerebro conseguía que ratas obesas adelgazasen sin dejar de comer. ¿Podremos tener algún día una pastilla que logre el mismo efecto en humanos?

-Sin duda que algún día podremos tener una pastilla que nos permita adelgazar sin dejar de comer. Hace falta tiempo, pero en los modelos animales ha funcionado perfectamente y seguro que lo conseguiremos en humanos.

-¿Qué hace falta para conseguirlo?

-El problema es cómo lograr que el fármaco llegue al cerebro, al hipotálamo, un problema semejante al de otras enfermedades. Los medicamentos no son capaces de superar de forma efectiva la barrera hematoencefálica y, en nuestro caso concreto, llegar a unas neuronas concretas. No hay banco en el mundo más protegido que el cerebro humano.

«He tenido ofertas para irme, pero me considero un jugador de cantera»

Buena parte de la investigación que lleva a cabo Miguel López y su equipo fue financiada por el Consejo Europeo de Investigación (ERC) con cargo a un programa Starting Grant Consolidator, que se le acaba en mayo.

-¿Le preocupa quedarse sin financiación en cuanto se le acabe el Starting Grant?

-Siempre preocupa, pero intentamos ser competitivos para conseguir más financiación. Ahora tengo un proyecto bueno del plan nacional y recibo financiación de la Xunta. También tengo el dinero del premio Joven talento en Investigación Biomédica de la Fundación AXA y de la Sexta.

-¿Empiezan entonces a ver la luz después de los duros recortes?

-La financiación a nivel de proyectos de investigación se puede decir que está empezando a mejorar. Pero todavía tenemos un lastre muy grande, que es el de la consolidación y promoción de investigadores jóvenes. Es una lacra que sigue teniendo el sistema, porque son mucho más importantes los recursos humanos que los edificios y los proyectos.

-¿No se ha avanzado mucho en este aspecto, entonces?

-No tiene sentido que un chaval que hace un doctorado tenga las mismas salidas ahora que hace diez años, cuando las exigencias que se le piden en la actualidad son muchísimo mayores.

-¿Y qué ocurre con la promoción?

-No hablo de mi caso, porque no me he acreditado, pero para promocionar a una plaza de catedrático en la USC no se siguen criterios científicos. Se priman otras cosas.

-¿No ha tenido ofertas tentadoras para marcharse fuera?

-Sí, las he tenido tanto para irme a Europa como a Estados Unidos, aunque ofertas jugosas las tenemos todos nosotros. Pero me considero un jugador de cantera, de la casa. Aquí trabajo muy a gusto con un gran equipo humano y profesional.