La campaña de Pablo Ráez multiplica por seis los donantes de médula en Galicia

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

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En febrero se hicieron 300 tarjetas, frente a las 50 de media de otros años

12 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El 27 de febrero falleció Pablo Ráez, un joven de tan solo 20 años que emprendió una admirable y valiente campaña para incrementar las donaciones de médula ósea. En septiembre del 2016 lanzó la etiqueta #retounmillón, y aunque finalmente murió tras rechazar el trasplante al que había sido sometido en noviembre, su lucha no fue en vano. Ni en su Málaga natal ni en el resto de España. En Galicia, según los datos de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), durante el mes de febrero se hicieron 300 tarjetas de donantes de médula frente a las 50 que se venían recibiendo de media. Es decir, la cifra de donantes se multiplicó por seis.

No son los únicos datos que confirman cómo Pablo despertó conciencias en un tema tan sensible y necesario como es la donación. Explican desde la ONT que durante los días posteriores a la muerte del joven malagueño las llamadas solicitando información se multiplicaron por tres. En Galicia, en la semana posterior a su fallecimiento se registraron 82 donantes, y de ellos 73 fueron el fin de semana de su muerte.

Otras comunidades tienen cifras llamativas. En el País Vasco, desde el lunes hasta el jueves posterior a la muerte de Ráez un total de 316 personas solicitaron información, y se citó a 225 para que se hicieran donantes. En todo enero, ejemplifican, fueron 97. Tanto en Castilla- La Mancha como en Castilla y León se colapsaron los teléfonos de información, y en Valencia se registró en los tres días posteriores a su fallecimiento una media de 70 donantes diarios, frente a los ocho o nueve que se recibían de media.

Desde la Organización Nacional de Trasplantes aclaran que la donación de médula tiene tres niveles, la solicitud de información; la formalización de personas como donantes tras haber firmado un consentimiento y haberse sometido a un análisis para realizar el tipaje; y finalmente la donación efectiva si aparece un receptor compatible. Todos los datos se corresponden con los niveles 1 y 2, no con la donación efectiva. En este caso, y en función del proceso clínico que sufre el enfermo, la extracción de las células madre puede hacerse mediante aféresis o en un quirófano a través de una punción, y se transfunden a cualquier paciente del mundo que lo precise.