Los juzgados ya retiran la custodia de hijos mal alimentados y con obesidad
SOCIEDAD
Seis hospitales forman un grupo gallego para tratar los casos de sobrepeso más graves
21 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.El exceso de peso en niños aumenta peligrosamente y España ya es el país europeo con mayor prevalencia de obesidad infantil. Este problema de salud se agrava porque hay casos en que las familias no asumen que el niño obeso tiene un problema y no colaboran en los cambios de alimentación y de conducta que necesita para solucionarlo. Así se resaltó en la constitución del Grupo Gallego de Tratamiento de la Obesidad Grave. Lo forman las unidades especializadas de los hospitales públicos de A Coruña, Lugo, Pontevedra, Santiago, y Vigo, y del privado vigués Povisa.
Los problemas con las familias ya provocaron que en algunos casos más preocupantes se haya pedido la retirada de la custodia a los padres, para que el hijo obeso fuese tutelado en un centro de menores. El catalán Albert Feliu, del hospital universitario San Joan de Reus, expuso en el simposio en el que se constituyó el grupo gallego el caso de un niño de 8 años tutelado en un centro de menores para poder facilitarle una alimentación adecuada.
En Galicia, Fuencisla Ladrón de Cegama, fiscala de menores de Santiago, afirmó que en conflictos por patria potestad o custodia entre el padre y la madre se da mucha importancia al cuidado del niño y a los problemas de obesidad o de alimentación que pueda tener. Que un hijo sea obeso y no esté adecuadamente cuidado puede suponer la retirada de la custodia en el juzgado, precisó.
José Carlos Ruiz de Aldana, presidente de la Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad, insistió en que estas operaciones «son seguras y su fin no es estético sino para ganar salud. El paciente pierde el 70 % del peso que le sobra; si a una persona de 150 kilos que mide 1,80 metros le sobran 70 kilos para tener un peso normal, la cirugía bariátrica y el control posterior favorecen que pierda unos 50 kilos en año y medio», afirma.
En España se realiza esta cirugía en 80 centros, entre ellos los seis citados gallegos. La edad media de las intervenciones es de pacientes con edades entre 40 y 45 años «que mejoran su diabetes, hipertensión arterial, problemas articulares, disminuyen el consumo de fármacos y ganan calidad de vida. El coste de la cirugía se compensa en 3 o 4 años, y cuando tiene éxito favorece una mejoría sociofamiliar, de relaciones personales, de pareja e incluso en el ámbito laboral», agrega este experto.
En España se hacen más de 6.000 intervenciones de obesidad grave al año, la mayoría en Madrid, Cataluña y Valencia. Galicia, con unas 200, es de las comunidades donde menos se realizan, afirma Ruiz de Aldana: «Mientras la media de los quirófanos en España es de 63 intervenciones anuales, en los de Galicia baja a solo unas 30, y así se lo dije al conselleiro», sostiene.
Piden ampliar más quirófanos por la tarde para personas obesas en Galicia
El conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuíña, insistió en que la obesidad es uno de los principales problemas de salud, al inaugurar el simposio de constitución del Grupo Gallego de Tratamiento de la Obesidad Grave. Raquel Sánchez-Santos, cirujana pontevedresa y portavoz del Grupo, afirma que «le hemos pedido apoyo para aumentar las intervenciones, con operaciones por la tarde e incrementar los quirófanos para obesidad grave; y para conseguir los datos y elaborar un registro gallego de casos».
«Que los profesionales nos juntemos y compartamos experiencia favorecerá los avances, y con un registro común de pacientes operados se pueden ver los resultados y cómo podemos mejorar la asistencia», agrega. La lista de espera para esta cirugía es muy diversa en Galicia: «En Pontevedra estamos en 180 días de media, la exigencia máxima del Sergas, como para operar vesículas», sostiene.
Felipe Casanueva, endocrinólogo del CHUS, defendió la necesidad de una gran alianza contra la obesidad y para fomentar hábitos saludables. Además de los avances médicos, defendió que se prevenga en edades infantiles con la eliminación de bollería industrial o bebidas azucaradas en colegios, hospitales y otras dependencias públicas.