Los adolescentes se hacen adictos al tabaco a través de los porros

Susana Luaña Louzao
Susana Luaña SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

V Televisión

Expertos de toda España estudian en Catoira la perniciosa relación entre el consumo de cigarros y el de cannabis

21 ene 2017 . Actualizado a las 12:27 h.

Uno de los principales éxitos del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo ha sido conseguir que entre los más jóvenes el cigarro esté mal visto. A diferencia de otros tiempos en los que su consumo estaba mitificado, las nuevas generaciones no quieren saber nada de la nicotina. Pero no pasa lo mismo con el cannabis: se ha diluido su percepción como sustancia perniciosa y adictiva y más bien se ha extendido la sensación de que se trata no solo de un producto con propiedades terapéuticas, sino también natural. De ahí que su consumo aumente entre los más jóvenes. Pero a diferencia de lo que ocurre en Estados Unidos, donde el hachís o la marihuana se consumen de forma independiente, en Europa se generalizó su mezcla con tabaco. Es decir, el clásico porro; y lo que eso provoca es que esos jóvenes que rechazan los cigarrillos tradicionales acaben siendo adictos a la nicotina a través del cannabis. Y al revés también, la tentación de fumar porros es mayor si ya se es consumidor de tabaco.

Esa perniciosa relación entre tabaco y cannabis la están estudiando un grupo formado por 18 expertos de toda España que forman parte desde hace tres años del comité Évict (Evidencia Cannabis-Tabaco), que este fin de semana se reúne en Catoira con el psicólogo y experto en drogodependencias Manuel Isorna como anfitrión. El objetivo del programa, como indica la enfermera murciana Adelaida Lozano, vicepresidenta del comité, es «abordar esa relación tanto desde el punto de vista preventivo como asistencial». Es decir, que los programas de tratamiento contra el tabaquismo incluyan la problemática del cannabis, y viceversa

Recaídas

Está demostrado, por ejemplo, que un consumidor de cannabis que inicia un tratamiento para dejar esta adicción, tiene más posibilidades de recaer si sigue fumando. Y con la legislación ocurre lo mismo, puntualiza Josep María Suelves, psicólogo de Barcelona y miembro de la directiva del comité: «Las leyes que están orientadas al control del tabaco no tienen en cuenta otras sustancias».

Financiado por el Plan Nacional sobre Drogas, el comité trabaja en la elaboración de programas que se van a poner a disposición de los profesionales de la sanidad y de la educación. «Porque había planes de prevención de tabaco y de cannabis, pero no juntos, y había que integrarlos», subraya Ana Esteban, la coordinadora técnica del proyecto, de La Rioja. A partir de ahora se centrarán en distintas entrevistas con consumidores para conocer mejor esa relación entre dos sustancias que casi siempre van de la mano. «Lo más efectivo es dejar las dos sustancias -indica la coordinadora- porque si no va a haber recaídas. Así que nuestro trabajo consiste en plantear políticas, programas y estrategias que sirvan para controlar el policonsumo».

Su uso terapéutico no contradice el riesgo para la salud de su consumo

Que Alemania se haya sumado a la nómina de países que legalizaron el uso terapéutico del cannabis no rebaja los riesgos para la salud del consumo individual de estas sustancias, que para los técnicos reunidos este fin de semana en Catoira, está más que demostrado. «Hace mucho tiempo que la morfina tiene fines farmacológicos y eso no implica que se pueda consumir morfina», advierten. «Unha cousa son as propiedades terapéuticas do cannabis, que son positivas, e outra é o uso recreativo desta sustancia inhalada, que ten uns efectos nocivos moi graves que están demostrados, aínda que haxa unha campaña en favor do seu consumo unicamente porque pode ter tamén propiedades farmacolóxicas; estase diluíndo a percepción de risco e iso é moi perigoso», advierte Isorna.

Entre esos riesgos está, precisamente, la mezcla con el tabaco, que los consumidores prefieren porque los cigarrillos tienen benceno que evitan que se apague el porro y porque la mezcla resulta más suave para el fumador. Pero la nicotina es una de las sustancias más adictivas que existen, y ese cóctel peligroso tiene unas consecuencias que este grupo de expertos quiere estudiar. En el trasfondo está el policonsumo, que multiplica los riesgos de dichas sustancias.