Malas noticias: a la subida en el impuesto del alcohol, hay que sumarle el nuevo gravamen a las bebidas azucaradas
02 dic 2016 . Actualizado a las 19:37 h.Para cumplir con las exigencias de Bruselas, el Gobierno deberá recaudar el próximo año unos 8.000 millones de euros. El plan de Hacienda es conseguir del impuesto de sociedades cerca de 5.000; otros mil millones, de medidas de lucha contra el fraude, y los 2.000 restantes, del incremento de impuestos especiales, como el del tabaco y el del alcohol, a los que se suma un nuevo gravamen, que ya existe en el Reino Unido y Portugal, sobre las bebidas azucaradas. ¿Qué significa esto? Que el departamento que capitanea Montoro ha decidido cumplir el objetivo del déficit a costa de las juergas nocturnas de los españoles.
Así, a partir del 1 de enero, no solo el alcohol verá incrementado su precio, sino también la mezcla del cubata, el refresco. En lo que se refiere a las bebidas alcohólicas, el Gobierno actuará concretamente sobre las de alta graduación, los destilados. La subida será, anunció Montoro este viernes, de un 5 %. Fuera se quedan la cerveza y el vino. Los que los prefieran, no tienen de qué preocuparse.
Actualmente el impuesto supone 9,13 euros por litro de alcohol puro. La subida lo elevará hasta los 9,58 euros. Esto supone una subida de 45 céntimos por litro. Teniendo en cuenta que las botellas suelen ser de 0,75 litros, la diferencia será de 33 céntimos más por botella. Si calculamos que de una botella salen diez copas, el año que viene cada cubata será unos cuatro céntimos más caro. A esta cantidad debemos sumar el nuevo impuesto sobre los refrescos, con los que habituamos a combinar el alcohol.
Esta tasa es, de momento, una incógnita. Sin embargo, podemos tomar como referencia el impuesto sobre las bebidas azucaradas pactado el mes pasado en Cataluña. Incluido en los presupuestos de la Generalitat para el año próximo y en el aire tras el reciente anuncio de Montoro de aplicarlo a nivel estatal, gravaría con 12 céntimos cada litro de las bebidas que tengan más de ocho gramos de azúcar por cada 100 mililitros. Es decir, los refrescos normales. Los ligth y los zero quedarían exentos. Si cada copa se acompaña con un refresco de 23 centilitros, su precio se incrementaría aproximadamente en otros 3 céntimos.
Así, si uno suele beber ron con Coca-Cola o gin-tonic, a partir del 1 de enero deberá desembolsar siete céntimos más por cubata (cuatro del alcohol, tres del refresco). Esta subida, que así parece ridícula, será probablemente mayor. Si hoy la copa cuesta de media cinco euros, ¿pasará a costar 5,07? Los hosteleros se verán obligados a redondear sus precios para facilitar los cobros por lo que, seguramente, el precio escale hasta los 5,50 o incluso los 6 euros.