Varias empresas se interesan por el sistema del Chuac para crear vacunas

R. Domínguez A CORUÑA /LA VOZ

SOCIEDAD

CESAR QUIAN

El equipo ya dispone de cuatro prototipos para tratar infecciones bacterianas

21 nov 2016 . Actualizado a las 18:02 h.

El grupo de Microbiología del Complexo Hospitalario Universitario A Coruña, que dirige Germán Bou, ha descubierto un nuevo sistema para diseñar y generar vacunas frente a la práctica totalidad de bacterias causantes de infecciones en humanos y animales. El hallazgo ya ha sido patentado para su protección tanto en Europa como en Estados Unidos, Canadá, Japón, China, Australia, Brasil e India y abre una nueva vía para la elaboración de fórmulas para inmunizar frente a patógenos «preocupantes», señala el especialista, muchos de ellos multirresistentes a los antibióticos disponibles en la actualidad y que suponen una amenaza importante tanto dentro como fuera del ámbito hospitalario.

Dos industrias veterinarias ya se han puesto en contacto con el equipo de microbiólogos para diseñar inmunización frente a la Salmonella de los pollos y el Streptococcus suis que ataca a los cerdos. El grupo coruñés ya cuenta, además, con cuatro prototipos de vacunas humanas, en fase preclínica, frente a otros tantos patógenos, todos ellos «bacterias muy resistentes y frecuentes tanto en el hospital como fuera», explica Germán Bou, el responsable del equipo. 

Se trata de prototipos diseñados para hacer frente a la Pseudomona aeruginosa, que frecuentemente coloniza a los pacientes con fibrosis quística abocándolos al trasplante pulmonar, por lo que ya ha despertado el interés de la industria farmacéutica. 

Además, trabajan en otra inmunización frente al Acinetobacter baumannii, patógeno que se dio a conocer en el 2003 cuando fue detectado en los soldados llegados de la guerra de Irak y que hoy en capaz de sobrevivir en superficies inertes veinte días sin agua ni nutrientes y generar infecciones letales en pacientes operados, trasplantados, quemados o en unidades de críticos. 

El Staphylococcus aurens, causante de infecciones en humanos y de, por ejemplo, la mastitis bovina, es otro de los prototipos, y también han avanzado en el diseño del modelo para frenar la Klebsiella pneumoniae, un patógeno emergente con capacidad de generar importantes infecciones. «Son todos patógenos de primera línea -apunta el responsable del equipo- y se encuentran entre los seis más peligrosos en el mundo en la actualidad, según la Sociedad Americana de Enfermedades Infecciosas». 

El procedimiento hallado por los microbiólogos del hospital coruñés ha empujado la creación, desde la Fundación Profesor Novoa Santos del Chuac, de una spin-off, en la actualidad en fase de constitución, para la protección y explotación de esta nueva tecnología, tal y como ya había avanzado La Voz. La iniciativa ha merecido el Premio Bioga a la mejor idea empresarial que concede el Clúster Tecnológico Empresarial de Ciencias de la Vida. La spin-off, participada también por el Sergas, se espera que esté en marcha en diciembre próximo y ya ha despertado el interés de la industria farmacéutica nacional e internacional

«Descubrimos un mecanismo que permite no solo dividir, sino además modular a voluntad el crecimiento de la bacteria, y es un mecanismo común a casi todas las bacterias patógenas de humanos y animales», explica Bou, quien describe el hallazgo como «una especie de interruptor» para manejar la proliferación bacteriana.

Una ruta común para poder atacar por igual a los diferentes patógenos

En términos científicos, el nuevo mecanismo identificado por los investigadores gallegos se denomina auxotrofia. «El descubrimiento se realizó mientras trabajábamos en el laboratorio», cuenta Germán Bou. «Estábamos intentando -añade- ver cómo las bacterias se pegan y encontramos que quitando un gen se atenuaban, lo que abría la posibilidad de hacer vacunas». En el proceso, tras años de investigación, participaron Clara Póvoa, Patricia García, Miriam Moscoso y Juan Vallejo, todos ellos microbiólogos del Chuac.

La diferencia con respecto a los sistemas existentes en la actualidad para poder fabricar vacunas es que, dado que el mecanismo de atenuación encontrado es similar en las distintas especies bacterianas, ofrece «una ruta común» para diferentes patógenos. Así, el proceso es más sencillo, prácticamente universal o aplicable a cualquier prototipo bacteriano, y, además, ofrece mayor facilidad de escalado en la producción industrial.

La intención del equipo de microbiología, que trabaja con el Instituto de Investigación Biomédica de A Coruña (Inibic), integrado en el Chuac, es que la futura empresa cuente con división humana y otra veterinaria.

Al margen del retorno económico que puede suponer su desarrollo, el microbiólogo insiste en que van a «intentar hacer algo para solucionar patógenos multirresistentes y preocupantes», antes de recalcar que se trata de una iniciativa «tangible», con aplicación en la actividad sanitaria cotidiana y sin grandes dificultades, técnicas ni económicas, para su transferencia a la práctica.