Más de una multa al día por beber

Ana Lorenzo Fernández
ana lorenzo REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Iñaki Grilo / Marco Gundín / Nacho L. Tella

En lo que va de año la Policía Autonómica ha sancionado a 370 menores por consumo de alcohol y a 246 bares por venta a adolescentes

09 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Galicia se convirtió en una comunidad autónoma pionera al aprobar -en diciembre del año 2010- una ley específica de prevención del consumo de bebidas alcohólicas en menores de edad, una normativa que intenta velar por la salud de los niños y adolescentes, y que según destacan las últimas estadísticas de la Xunta ha conseguido reducir ligeramente la ingesta por parte de estos colectivos. Además de campañas informativas en centros educativos, deportivos y de ocio, otro de los brazos de esta ley se vertebra en el trabajo realizado por la Policía Autonómica, que durante todos los fines de semanas organiza dispositivos para denunciar la venta, consumo o suministro de alcohol a menores.

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Gracias a esta labor, en lo que llevamos de año se han practicado un total de 4.725 inspecciones, de las que finalmente se formularon 616 denuncias por infracciones. De estas, 246 fueron multas -tramitadas por la Consellería de Sanidade- que se interpusieron a los propietarios de establecimientos hosteleros por dispensar bebidas a menores, mientras que las restantes 370 denuncias que iban dirigidas contra los propios niños y adolescentes por ingerir alcohol, lo que supone más de una sanción por día (aunque estas se cursan fundamentalmente los fines de semana). Los padres o tutores son los encargados de correr con el pago de estas multas, que superan los 600 euros, mientras que en el caso de los bares se sitúan entre los 3.000 y los 6.000 euros, y en las situaciones más graves incluso puede conllevar el cierre del establecimiento durante un período máximo de cinco años. 

Atención sanitaria

A pesar de la dureza de las sanciones y de los controles, en lo que llevamos de año los servicios de emergencias del 061 ya han atendido un total de 409 menores por intoxicaciones etílicas, una cifra que seguramente superará la del año pasado, cuando fueron 432 adolescentes y niños, de los que 11 precisaron ingreso hospitalario por la gravedad de su estado. Por provincias, Pontevedra es la que más casos ha registrado este año (172), frente a los 160 de A Coruña, los 45 de Lugo y los 32 de Ourense; y, por sexos, los chicos llevan una ligera ventaja, con 227 ingresos, por los 180 de las jóvenes.

Aunque los estudios de la Xunta hablan de un ligero descenso en el consumo de alcohol por parte de los menores, lo cierto es que esta tendencia no se traduce a las cifras por ingestas abusivas, ya que en el 2012 fueron atendidos 445 menores, bajando a 363 en el 2013, y volviendo a subir a los 377 en el 2014, y a los 432 en el 2015. Aunque la mayoría de los casos se centran en niños que superan los 14 años, también suele haber uno o dos casos al año de chicos de 12 y cerca de 8 ingresos de menores de 13 años. 

Preocupación institucional

Estos datos, unidos a los recientes episodios detectados Vigo y Pontevedra, y a la muerte de una niña madrileña de 12 años por un coma etílico, han provocado que la Valedora do Pobo, Milagros Otero, muestre su preocupación por la presencia de jóvenes en los botellones, por lo que ha solicitado reforzar la vigilancia en estas concentraciones. También recordó a las familias su importante labor en la educación de los jóvenes sobre el consumo de alcohol. 

«Cada vez vemos a más jóvenes que beben más y más pronto»

Como responsable de la base medicalizada del 061 en Pontevedra, José Flores ha visto cómo en los últimos años se ha constatado un aumento de las intoxicaciones etílicas en menores, «porque lo cierto es que cada vez vemos a más jóvenes que beben más y más pronto». En declaraciones a V Televisión, afirmó que cada vez son más niños y adolescentes los que se suman a los botellones que se celebran los fines de semanas, y que su presencia ya supone el 80 % de los participantes en estas concentraciones. Flores también quiso resaltar un dato significativo, y es que normalmente el menor que sufre una intoxicación «raramente vuelve a tener que ser atendido por lo mismo». 

La mezcla del alcohol con otro tipo de sustancias también provoca que muchos casos se agraven, lo que también complica la actuación de los sanitarios, «porque muchas veces se trata de drogas de diseño de las que no conocemos sus efectos y mucho menos mezcladas con alcohol», afirmó José Flores, quien reconoció que el número de ingresos por estas causas suelen aumentar durante las fiestas de verano o el inicio del curso universitario. «Todos los casos siguen un mismo perfil: los amigos llaman porque están muy nerviosos, porque todos han bebido mucho y en ese momento de estrés no saben como actuar. Además, tienen mucho miedo a llamar a sus padres porque se trata de un menor», apuntó.

Otra niña fue atendida en Pontevedra por una intoxicación etílica

Los servicios sanitarios del Complejo Hospitalario de Pontevedra asistieron este fin de semana a una niña de 13 años que había sufrido una intoxicación etílica. La menor apenas estuvo unas horas ingresadas y las autoridades sanitarias remarcaron que, en ningún momento, se trató de un coma etílico.

Los hechos se produjeron en la noche del sábado. Sobre las diez, un vecino del barrio de Monte Porreiro observó cómo un grupo de chicos estaba atendiendo a una amiga. Esta, según las fuentes consultadas, no perdió la consciencia en ningún momento, «a lo sumo se podría decir que, en algún momento, estuvo semiinconsciente». Alertada la Policía Local de Pontevedra, los agentes se pusieron en contacto tanto con los padres de la menor, como con los servicios del 061. El personal de una ambulancia desplazada a este punto decidió su traslado hasta el complejo hospitalario pontevedrés.

Paralelamente, los policías se entrevistaron con los amigos de la pequeña, quienes les relataron que esta había estado bebiendo sola una botella de ron. Ahora, el cuerpo municipal ha abierto una investigación para determinar la procedencia del alcohol. De este modo, se quiere determinar si fue adquirido en algún comercio o si, por el contrario, la chica lo pudo obtener de otra manera. 

Hecho aislado

En todo caso, desde el 092 dejaron claro que se trata de un hecho aislado, así como destacaron que las actividades enmarcadas en el programa Noites Abertas han contribuido a reducir la afluencia al botellódromo. Añadieron que la última denuncia a un local por vender alcohol fuera del horario autorizado fue en marzo del 2014, mientras que son aproximadamente 120 las sanciones que se han interpuesto desde la entrada en vigor de la ordenanza que prohíbe el consumo en la vía pública. 

El caso de la niña de Pontevedra se une al de la menor de 12 años que también fue atendida este fin de semana en Vigo por una ingesta masiva de alcohol. El 061 reconoció finalmente ayer que la menor evacuada este sábado padecía una intoxicación etílica e incluye su ingreso entre las intervenciones de este tipo que atiende el servicio de urgencias.

Según otras fuentes, la adolescente fue dada de alta tres horas después de ingresar en el Hospital Álvaro Cunqueiro con síntomas de mareo tras participar en un botellón en una plaza cercana al centro comercial de Gran Vía, donde se suelen reunir las pandillas de jóvenes las tardes de los fines de semana. Desde el primer momento, se había entendido que el problema era leve porque la joven no había perdido la consciencia en ningún momento, por lo que se descartó desde un principio que se tratara de un coma etílico como el que el pasado 1 de noviembre acabó con la vida de una menor de 12 años de Madrid, que fuera ingresada días antes en un hospital tras beberse una botella entera de vodka.

Información elaborada por López Penide y E. V. Pita