Europa y EE.UU. tampoco pueden controlar las borracheras de menores

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

RAMON LEIRO

España es la reina del botellón, aunque el fenómeno se extiende a otros países

07 nov 2016 . Actualizado a las 08:26 h.

España es la capital mundial del botellón, pero, aunque a menor escala, la aglomeración de jóvenes en las calles para consumir alcohol no es un fenómeno exclusivo español. Como tampoco lo es la permisividad social que da a los jóvenes acceso con relativa facilidad a las bebidas, pese a que en la mayoría de los países existe la prohibición de su venta a menores de 18 años y la obligación de presentar el carné si se quiere comprar. Existe la ley, pero también muchas formas de sortearla, por lo que la aparición de comas etílicos en chicos de todo el mundo no es algo infrecuente. Aunque son excepcionales casos como el de la niña de 12 años de San Martín de la Vega que falleció por una intoxicación tras beberse una botella de vodka. Estados Unidos es el país no solo con una legislación más restrictiva, sino también con un cumplimiento más estricto de la ley.

Estados Unidos

Edad mínima, 21 años. En Estados Unidos, la edad mínima para consumir alcohol es de 21 años, establecida por el Congreso en 1984. En el país son sumamente exigentes con su cumplimiento, aunque esto no impide que muchos jóvenes intenten hacerse con documentación falsa para poder consumir. No está permitido beber en la calle -de ahí la famosa imagen de una botella dentro de una bolsa de papel- y, dependiendo del estado en el que se encuentren, no podrá mostrarse una vez comprada. Además, la venta solo se puede realizar en establecimientos autorizados. La mayoría solo pueden vender cerveza y vino y, por supuesto, el comprador siempre deberá enseñar su identificación antes de adquirirlo. Reducir el acceso al alcohol a los jóvenes sigue siendo una prioridad a nivel federal y, de hecho, la publicidad sobre el alcoholismo suele ser bastante agresiva.

Reino Unido

La ley permite beber en público. En el Reino Unido es ilegal comprar alcohol en una tienda, un pub o una discoteca si eres menor de 18 años, y es muy frecuente tener que enseñar un documento para probar la mayoría de edad. Sin embargo, a los jóvenes de 16 y 17 años sí se les permite beber sidra, cerveza o vino durante una comida si están acompañados de un adulto. La ley británica permite beber en público, si bien la policía puede requerir que se deje de hacer en cualquier momento. Bajo el mandato del ex alcalde de Londres Boris Johnson, se prohibió llevar latas y botellas de bebida alcohólica abiertas y consumir en los buses, trenes y metros de la capital británica. Donde sí que está prohibida la venta de todo tipo de bebidas alcohólicas es en los estadios de fútbol de Escocia. En Inglaterra, los fans del fútbol no pueden beber en los asientos, pero sí pueden comprar en las inmediaciones del estadio, desde donde no se vea el césped.

Portugal

Multas cuantiosas. Desde julio del 2015 no se puede vender alcohol en ningún establecimiento público portugués a menores de 18 años. Los adolescentes que no lleguen a esa edad tampoco lo pueden consumir en bares, discotecas o locales comerciales. El vino y la cerveza están incluidos en la prohibición. Además, los dueños de locales públicos que sean permisivos con la venta y consumo de cualquier bebida alcohólica en sus establecimientos se arriesgan a pagar cuantiosas multas. A pesar de las prohibiciones es frecuente que en las principales ciudades lusas haya zonas donde los adolescentes se reúnen los fines de semana para divertirse y se les pueda ver, dentro y fuera de los locales de moda, consumiendo bebidas alcohólicas, sobre todo cerveza, y ya de madrugada queden en la calle los restos de los improvisados botellones. Las urgencias de los hospitales portugueses también son testigos de bastantes comas etílicos de adolescentes, aunque hasta la fecha no se han producido fallecimientos de menores. Lo que demuestra que la ley no se cumple en su totalidad y que no hay suficiente fiscalización es que en tiendas y supermercados, donde las bebidas tienen un precio similar al de España, se puede conseguir alcohol con relativa facilidad.

Francia

Poca dificultad para acceder al alcohol. En Francia, el fenómeno del botellón no está extendido a gran escala, aunque ciertas plazas y calles se llenan los fines de semana. A pesar de ello, los sucesivos Gobiernos llevan años luchando contra la alcoholización de menores. En el 2009, la edad mínima para comprar alcohol o tabaco fue elevada de 16 a 18 años, en parte por el incremento de accidentes mortales relacionados con el abuso, siendo el más conocido el caso de la muerte de un joven de 19 años en el 2005 tras una fiesta en una escuela privada. La ley Bachelot, del 2009, dispuso, además, la prohibición de las barras libres y la distribución gratuita de bebidas alcohólicas, aún hoy democratizadas. El observatorio francés de drogas y toxicomanía apunta que los menores «tienen pocas dificultades para esquivar la ley» gracias a amigos mayores, adultos permisivos y negocios que no respetan la normativa, pese a que las personas ebrias pueden pagar multas de 150 euros.

Italia

Bebidas caras. En Italia está prohibida la venta de alcohol a los menores de 16 años y no existe el fenómeno del botellón, salvo excepciones. Según el Osservatorio Permanente sui Giovani e l’Alcool, solo el 9 % de los jóvenes de entre 13 y 15 años son consumidores habituales de alcohol. Las cifras aumentan con la edad pero Italia siempre se queda en los últimos lugares de Europa en consumo de bebidas alcohólicas. La ingesta entre los jóvenes es, sobre todo, en el ámbito familiar y en fiestas. El IVA de las bebidas alcohólicas es del 22 % , pero hay que sumar además otras tasas que hacen llegar los impuestos al 33 %. En un bar se pagan unos 4 o 5 euros por una cerveza y un combinado está entre 8 y 10.

Alemania

Carritos con cervezas. En Alemania no hay botellón generalizado como tal, pero son muy frecuentes los carritos con cerveza y música por las calles. Para luchar contra el exceso de alcohol entre jóvenes se organizan campañas de concienciación entre los vendedores sobre el daño que provoca el alcohol en menores.

Información elaborada por los corresponsales y servicios especiales de La Voz de Galicia: Adriana Rey, Rita Álvarez de Tudela, Begoña Íñiguez, María Signo y Alexandra Fernández.