El crucifijo fue construido en 1956 por artesanos de Pontevedra y ubicado en un pueblo lucense de Castro de Rei
01 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Una cigüeña instaló su nido sobre un cruceiro del municipio lucense de Castro de Rei, en el corazón de Terra Chá. Se trata de una pieza construida por canteros de Pontevedra en 1956 para festejar el final de los planes de colonización del régimen franquista, que ubicó en esa parroquia de Matodoso a granjeros obligados a dejar sus casas en Negueira de Muñiz, tras ser inundadas por el embalse de Grandas de Salime, en el límite con Asturias. El cruceiro fue encargado por el director de la obra de colonización, Odón Fernández, y, como curiosidad, tiene un pastor en el fuste.
El ornitólogo Óscar Rivas calcula que el peso de este nido debe superar ya los cien kilos, puesto que es el segundo año que se usa para criar, y que sería recomendable sacarlo cuanto antes para no dañar la estructura del cruceiro, ya que con el paso del tiempo las cigüeñas van acumulando más material (ramas, barro, trapos, cepellones de trigo o cebada, líquenes, musgos, plásticos), que podría superar la tonelada. «En moitas igrexas houbo que retiralos porque supoñían un serio perigo para o tellado», explica este experto, que recuerda que ahora sería buena época para proceder a la retirada, e incluso la destrucción del nido, ya que las cigüeñas se hallan en latitudes africanas y no vuelven hasta final de año. Rivas explica que estas aves, aunque lo normal es que realicen sus nidos en árboles, «adoitan aproveitar outro tipo de estruturas, como grúas, postes ou farois».