«Los sistemas educativos de Europa y Estados Unidos se caen a pedazos»

Tamara Montero
tamara montero SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

Sandra Alonso

Nominada al Nobel de la Paz, la directora ejecutiva del Afghan Institute of Learning cree que la educación es la clave para terminar con todas las guerras

30 sep 2016 . Actualizado a las 14:08 h.

Tuvo suerte. Su padre creía en que todos sus hijos debían ser iguales. Así que la doctora Sakena Yacoobi, nacida en Herat, estudió. Y después fue refugiada en Estados Unidos, donde siguió estudiando. Consiguió que su familia, que terminó en un campo de refugiados cuando la paz en Afganistán saltó por los aires, también se trasladase a América. Pero ella, educada, con una buena posición económica y social, decidió volver para hacer algo por los suyos. Y fundó el Afghan Institute of Learning (AIOL), una organización que desde los 90 trabaja para ofrecer educación a las mujeres y niños. Ahora trabaja en crear una universidad para mujeres. Ayer estuvo en Santiago para participar en Spin2016, la mayor cita de emprendimiento universitario.

-En pleno auge de los talibanes usted fundó decenas de escuelas clandestinas para mujeres y se enfrentó a ellos, así como a 19 jóvenes armados en la carretera. ¿Nunca se arrepiente?

-Absolutamente, no. Nunca. No solo era mi vida la que estaba en juego. Había otras tres mujeres conmigo y ellas tienen familia. Lo que pensé fue que si no me bajaba de aquel coche iban a disparar a todo el mundo y eran mi responsabilidad, trabajan para mí. Así que no lo dudé ni un segundo. Salí del coche. Estaba temblando, pero me bajé igual. Y cuando volví a subir estaba casi muerta, no podía hablar. Lo hice y punto. Pero no me arrepiento.

-¿Por qué la educación es tan importante como para correr ese tipo de riesgos?

-Porque hoy en día todo el mundo tiene problemas. La guerra está en todas partes. Y de verdad creo que la educación es la clave para hacer que la gente se dé cuenta de que la solución a cualquier problema no es la guerra, es que la gente se siente alrededor de una mesa, hable, negocie y se quiera y confíen unos en otros. La gente lucha porque hay pobreza, y eso es injusto.

-¿Se puede cambiar?

-Dios creó a todas las personas iguales y eso es algo que dicen todas las religiones. Para entender esto, que es la base, uno debe estudiar y educarse. Alguien me preguntaba hoy qué tipo de educación. Educación de calidad. Y la educación de calidad es enseñar valores, responsabilidad, transparencia, amor y justicia. Eso es lo que hacemos, y toda la gente que se acerca a AIOL, que es mucha, porque hemos alcanzado los 13,5 millones, te juro que es distinta a como era cuando llegó. Es un trabajo muy duro, pero veo el cambio, que llega con la educación. Y me cambió a mí, porque era una refugiada en Estados Unidos que había perdido su dignidad y su autoestima. Pero trabajé duro. Hay riqueza suficiente en el mundo para que nadie tenga que pasar hambre, pero mucha gente se vuelve codiciosa y tiene su título solo para tener un certificado y creerse mejor que el resto. Si lo obtuviésemos para mejorar el mundo, podríamos vivir en paz.

-¿Cómo se ve la situación de los refugiados sirios desde la perspectiva de otra refugiada?

-Los refugiados no vienen porque sí, vienen porque están sufriendo. En vez de gastar millones y millones en los campos, hay que gastarlo en el país de origen para intentar solucionar el problema. En el caso de que los refugiados ya estén aquí, hay que integrarlos en un programa desde el momento en el que llegan. Un programa que les enseñe la lengua del país de asilo, su cultura, sus leyes. Pero hay que aprender también sobre su cultura, sobre quiénes son, porque no pueden cambiar lo que son de la noche a la mañana, y eso hay que respetarlo. Y también entender que son un activo para el país, que si obtienen educación serán un activo para el país de asilo.

-Habla de educar a los refugiados. ¿Qué hacemos mal en la educación europea para que haya racismo y xenofobia?

-En Europa y en los Estados Unidos hay mucha gente joven que tiene educación pero no un trabajo, y están frustrados porque quieren tener una vida mejor. Creo que los sistemas educativos de la mayoría de estos países se caen a pedazos, es hora de cambiarlos. El mundo cambia, las tecnologías cambian... La educación debe cambiar y hay que enseñar destrezas, enseñar cosas prácticas, lo que necesita el país.

-¿Qué opina de la islamofobia?

-No hay que juzgar el islam solo por unos pocos. Hay que tener la mente abierta y además hay que recordar que Afganistán es hoy el país más pobre del mundo y que su pueblo está cansado y quiere vivir en paz. Están preparados para aprender y tenemos que ayudarlos.