«Rosetta» se muere, pero deja grandes hitos para la ciencia

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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Efe

La nave inició anoche un decenso controlado y a muy baja velocidad sobre el astro para morir en él, pero antes enviará nuevas imágenes a la Tierra

30 sep 2016 . Actualizado a las 07:34 h.

La sonda Rosetta, que ha acompañado en los dos últimos años al cometa 67P Churiumov-Guerasimenko a lo largo de su trayectoria en torno al Sol y ha completado todos sus objetivos científicos, es ya uno de los hitos destacados de la historia de la exploración espacial europea. La nave inició anoche un descenso controlado y a muy baja velocidad sobre el astro para morir en él, pero antes enviará nuevas imágenes a la Tierra. Será su última contribución para resolver el misterio de estos cuerpos celestes y al conocimiento del sistema solar.

La misión, a la espera del definitivo suspiro, supuso varios hitos. Descubrió, por ejemplo, que el cometa contiene glicina, el aminoácido más pequeño, ingrediente esencial para la aparición de la vida en la Tierra. Fue la primera vez que se detectó de manera certera glicina en la atmósfera de un astro de este tipo. Los cometas, que son los cuerpos celestes más ricos en carbono, bombardearon con este elemento la Tierra y, probablemente, sembraron los océanos con moléculas orgánicas complejas, como la acetamida, la acetona, el propanal y el metilo, que contribuyeron a crear la vida. Otra sorpresa fue comprobar que la firma atómica de las moléculas de agua captadas en las emanaciones de 67P eran muy diferentes a las de nuestro planeta. Por lo tanto, el agua de nuestros océanos no proviene de la familia de los cometas de Júpiter, a la que pertenece.

Rosetta también halló oxígeno molecular en una cantidad abundante en la atmósfera del cometa, lo que fue toda una sorpresa, al igual que comprobar que carecía de un campo magnético. Y aún quedan muchos datos por analizar. «Termina una de las misiones más completas de nuestra historia, repleta de éxitos sin precedentes. Ahora debemos ser capaces de descifrar toda la información y datos que nos ha dejado para entender, por fin, el origen y formación de nuestro sistema planetario», resalta Pedro Gutiérrez, investigador del Instituto Astrofísico de Canarias que participa en la misión.