Un estudio revela que la agresividad tiene sus raíces en la evolución, pero que la cultura fomenta la paz
29 sep 2016 . Actualizado a las 07:42 h.¿Son los humanos agresivos por naturaleza o seres pacíficos a los que la civilización corrompe? El estudio de un equipo de científicos españoles, publicado en Nature, prueba que la violencia letal entre individuos es una característica específica de los primates, y el Homo sapiens la ha heredado durante el curso de la evolución. Pero no todo es herencia: la cultura y la organización social nos dan la paz.
Los investigadores, de la Estación Experimental de Zonas Áridas (CSIC) y de la Universidad de Granada, recopilaron datos de más de cuatro millones de muertes y cuantificaron el nivel de violencia letal en 1.204 especies de mamíferos, a partir de 137 familias taxonómicas de alrededor de 600 poblaciones humanas que van desde hace 50.000 años hasta el presente.
«¿Son los humanos violentos por naturaleza, como decía Hobbes, o seres pacíficos a los que la civilización corrompe, como sugería Rousseau? Esta cuestión ha cautivado a pensadores y científicos desde tiempos inmemoriales, pero a día de hoy aún no contamos con una respuesta definitiva, aunque probablemente ambos tenían parte de razón», explica el autor principal de este trabajo.
En este estudio, en el que también participan la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid y el Centro de Investigaciones sobre Desertificación, los investigadores trabajaron sobre la idea de que el componente violento de la naturaleza humana podría deducirse de nuestra historia evolutiva en común con los mamíferos.
Los científicos encontraron que existen linajes de mamíferos muy poco violentos con sus semejantes y otros donde la agresión es frecuente. «Los humanos pertenecemos evolutivamente a uno de estos últimos linajes, lo que indica que la violencia que manifestamos ya ocurría en nuestros ancestros», indica Marcos Méndez, otro de los autores La investigación determinó que la violencia letal es una consecuencia de nuestro pasado evolutivo. Pero también se observó, y aquí es donde entra en juego Rousseau, que el tipo de organización social que desarrollemos puede mitigarla y favorecer la resolución pacífica de conflictos.