La gallega Elena Rial gana el premio Mercedes Benz Fashion Talent

a. l. REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

«Está inspirada en los amish, pero cuando los amish se van a la ciudad, son más libres y pueden desobedecer un poco las normas», asegura la diseñadora

21 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La pontevedresa Elena Rial ha dejado de ser una promesa en el mundo de la moda, para reivindicarse ya como una diseñadora con nombre propio. Por tercera ocasión fue seleccionada para mostrar sus nuevas creaciones en la Samsung Ego, la plataforma para jóvenes diseñadores con la que se poner punto y final a los desfiles de la Mercedes Benz Fashion Week Madrid, donde dejó tan buenas sensaciones que fue elegida ganadora del premio Fashion Talent.

La colección que dibujó para esta cita «está inspirada en los amish, pero cuando los amish se van a la ciudad, son más libres y pueden desobedecer un poco las normas amish. Es como una mezcla entre la ropa que llevan siempre los amish y la ropa de la ciudad», explicó Elena Rial, que apuntó que en sus prendas tiene mucha presencia los colores oscuros, con los bordados «que se intercalan con la estética deportiva».

Confesó que el desfile ha tenido muy buena aceptación, y «todo el mundo me felicita, y la verdad es que yo también estoy muy contenta con el resultado». De hecho, Rial reconoció que pasó muchos nervios antes de que las modelos salieran a la pasarela, sobre todo por el resultado de la escenografía, ya que llenó el escenario con una alfombra de flores. «Los desfiles son muy rápidos, y había que poner las flores en el cambio de uno a otro, con las modelos que tienen que pasar por encima y puede pasar de todo. Estaba muy nerviosa porque hasta ese momento no lo puedes ver, es difícil de planear, y estás en tensión hasta el final», explicó Elena Rial, que ahora viajará a Berlín para seguir trabajando. 

«Showroom»

Además de la diseñadora viguesa, en el showroom de la Samsung Ego también se pudieron ver las creaciones de dos jóvenes modistos gallegos: Sheila Pazos inspiró sus prendas en el libro Las ciudades invisibles, de Italo Calvino, con estilismos que reflejan paisajes fantásticos, mientras que Laura González (Waverley) presentó una colección muy girly y que recordaba a las animadoras americanas de las típicas películas de los noventa.