La apuesta de Oysho por las mujeres reales

M.V.

SOCIEDAD

La firma de lencería del grupo Inditex recurre en su nueva campaña a modelos con cuerpos naturales

15 sep 2016 . Actualizado a las 07:34 h.

Este mundo, acostumbrado a cosas extraordinarias -sucesos escabrosos, tendencias extravagantes y cánones de belleza para seres de otro planeta-, lleva una par de días sin dar crédito a lo que ven sus ojos: una campaña con una modelo que parece una mujer de verdad. No es la primera ni será la última. De hecho no son pocas las firmas, conscientes del hartazgo que empieza a provocar la escualidez como prototipo, que han recurrido a maniquíes con aspecto saludable para ampliar sus catálogos y, de paso, su bolsa de clientes. La mayoría, a través de líneas especiales y de nueva creación -como H&M o Mango- para tallas grandes. Nunca antes Inditex

Las curvas no son sin embargo novedad en el imperio de Amancio Ortega, que, el pasado mayo, sumó a la XXL a tabla de tallas de Zara. Lo hizo después de que una joven de 18 años emprendiese una particular cruzada contra la firma gallega, solicitando primero la retirada de varios maniquíes con aspecto «anoréxico» de una tienda de Tarrasa y una revisión de sus tallajes después. Pero Inditex ya tenía en sus planes invertir más tela en sus nuevas prendas, por lo que, seis meses después de que la clienta enunciase su queja a través de Change.org, la firma insignia del grupo amplió su remesa de unidades grandes y repuso con ellas su tienda online.

Ahora da otro pequeño paso que para la sociedad es, en cambio, una gran zancada. La última campaña de su división de lencería, Oysho, ha sido ilustrada con una modelo a la que la ya se le ha calzado la etiqueta de curvy, eufemismo del sector para arquetipos naturales, con kilos, «sanos» -que dirían nuestros abuelos-. Y la jugada ha sido todo un éxito, al menos -sin datos sobre las cifras de venta- en cuanto a imagen de marca. Redes sociales y conversaciones a pie de calle aplauden la iniciativa de Inditex. Las mujeres se sienten identificadas con su representante: una chica guapa, con una silueta completamente normal, ni esquelética, ni gorda. Un término medio que ha resultado todo un acierto.