El tendido eléctrico cambia la migración de las aves

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Carlos Palación

Un estudio del Museo Nacional de Ciencias Naturales y la Complutense demuestra que más del 20 % de los machos que migran mueren por este motivo

13 sep 2016 . Actualizado a las 07:41 h.

Un estudio de más de 20 años llevado a cabo por el Museo Nacional de Ciencias Naturales y la Universidad Complutense de Madrid indica que los tendidos eléctricos tienen un alto impacto negativo en la migración de especies como la avutarda (Otis tarda). El riesgo de morir por colisión con los cables es tres veces mayor en los machos que migran que en los que son sedentarios, y la proporción de machos sedentarios ha pasado del 17 % en 1997 al 45 % en el 2016.

Los datos del estudio, publicado en la revista Conservation Biology, demuestran que más del 20 % de los machos que migran mueren por este motivo. Para llegar a este resultado los biólogos marcaron 180 machos de avutarda con radio-emisores en 29 grupos reproductores en la Península Ibérica para seguir sus desplazamientos.

«La avutarda presenta un patrón de migración parcial: en los mismos grupos coexisten individuos sedentarios y migradores. Esta condición hace que represente un modelo excepcional para estudiar aspectos como los riesgos de la migración y sus posibles consecuencias», dice el investigador Juan Carlos Alonso.

Por su parte, otro de los autores del trabajo, Carlos Palacín, ha asegurado que la migración de estas grandes aves, en peligro de extinción, podría desaparecer, al haber mayor número de ejemplares sedentarios y al imitar las aves inmaduras las costumbres de sus mayores. Denuncia que hay 40.000 kilómetros de red eléctrica.