Un grupo de alumnos gallegos acudirán con sus robots a una competición mundial de la especialidad que se celebrará en noviembre en Nueva Deli
13 sep 2016 . Actualizado a las 10:35 h.El profesor lo tiene clarísimo, «creo que el viaje es algo que les va a marcar toda la vida, y a mí también». Carlos Méndez es el docente de robótica del colegio Compañía de María de A Coruña, una actividad extraescolar que caló hondo entre el alumnado. Tanto, que los tres equipos gallegos que representaron a la comunidad en la Olimpiada Española que se celebró este fin de semana en Logroño fueron del citado centro. Uno de los tres consiguió la plaza para la final mundial que tendrá lugar a finales de noviembre en Nueva Deli, la capital de la India. «Poder hacer cualquier cosa con un robot que has fabricado tú es algo increíble», comenta Miguel Martínez Carballal, de 17 años y que el jueves empieza segundo de Bachillerato. Junto a Carlos García-Ramos Fojón, de la misma edad, y Juan Francisco Dumont Rey, Pancho, de 14, serán los encargados de representar a la joven robótica gallega a nivel planetario.
Con precisión cuentan que existen tres categorías en este mundo desconocido para la mayoría, Elementary, Júnior High y Fútbol, que fue en la que concursaron. Se trata de que dos robots disputen sobre un tablero un tecnológico partido de fútbol. «Saben dónde están posicionados, cuándo hay que ir a por el balón, marcan goles y evitan que se los metan», destacan los chavales. De cara a la cita mundial piensan mejorar las creaciones. «Los vamos a remodelar casi por completo para que sean más robustos y no se les caigan piezas», asegura Miguel.
El profesor considera que la robótica ofrece muchas posibilidades educativas. «Tienen que aprender a programar, que hoy en día es algo tan importante como saber inglés. Obtienen conocimientos de electrónica, de herramientas, materiales... Creo que dentro de poco, en un futuro próximo, la robótica pertenecerá al ámbito curricular de la educación», reflexiona el experto.
Hasta convertirse en los únicos gallegos en una final internacional de robótica tuvieron que superar varios obstáculos y poner a prueba la habilidad de sus creaciones. En la semifinal se impusieron a los vencedores del año pasado y, en la final, perdieron contra unos jóvenes de un colegio canario. «Nos hubiese gustado ganar pero lo bueno es que los dos finalistas ya estábamos clasificados para viajar a la India», recuerda el profesor, que no duda en afirmar que «el mérito es de ellos, que son unos chicos fantásticos».
Los robots los construyen con piezas de Lego. «La marca se conoce por su línea de juguetería pero los kits de robótica cuentan con sensores para examinar el entorno de nuestra creación y con motores, luces y sonidos para interactuar. Estos kits son programables e ideales para trabajar la visión espacial, la creatividad, el trabajo en equipo y la importancia del orden», relata Méndez, de la empresa Arkitas, que insiste en los beneficios de esta disciplina. «Mejora la capacidad analítica o la manera de afrontar los problemas desde distintos puntos de vista. Tanto la robótica como la programación educativa son un medio fantástico para la enseñanza de materias de manera transversal y de forma divertida. La filosofía es aprender jugando», analiza el docente, que reconoce que se emocionó mucho con el triunfo de sus alumnos.
Miguel, Carlos y Juan Francisco regresaron el domingo por la noche a casa en autobús. No se les hizo largo el viaje porque vinieron de La Rioja a Galicia con la ilusión y la gran satisfacción de haberse convertido en referencia de la robótica escolar a nivel nacional.
Ahora están deseando que empiece el curso para compartir el éxito y la aventura con sus compañeros de pupitre y que las semanas pasen lo más rápido posible para intentar conquistar la India con sus robots. Unos chavales que son unos Robocops.