Francisco canoniza a la monja de los pobres, Teresa de Calcuta

La Voz ROMA / COLPISA

SOCIEDAD

PLINIO LEPRI | EFE

En la ceremonia de la Plaza de San Pedro estará la reina Sofía

04 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El papa canoniza este domingo, en el curso de una ceremonia en el Vaticano, a la madre Teresa de Calcuta, emblema de la caridad y dedicación a los pobres, quien se convierte así en modelo para los católicos. La ceremonia será celebrada en la plaza de San Pedro ante miles de personas, religiosos y autoridades, entre ellas la reina Sofía.

«Francisco quiere llamar la atención para que se encuentre una razón para vivir y esperar. Un llamamiento a la misericordia ante un mundo tan fracturado», explicó el número dos del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado. La «infatigable benefactora de la humanidad», como la llamó el papa Juan Pablo II, será canonizada un día antes de que se cumplan 19 años de su muerte. «El mensaje de la madre Teresa es muy actual, porque invita a superar la indiferencia», dijo Parolin.

El anuncio de su canonización en marzo ocurró después de que el papa reconociera que intercedió en un segundo milagro en el 2008 para la curación inexplicable de un brasileño en fase terminal por problemas cerebrales. Según el Vaticano es necesario demostrar que el candidato intercedió en dos milagros para ser santo. Para muchos católicos, su canonización debería ser celebrada en Calcuta, la ciudad india donde vivió. Pero las autoridades eclesiásticas la programaron en San Pedro, en el mayor templo de la cristiandad.

La religiosa (1910-1997), nacida en una familia albanesa de Macedonia, fundó su propia congregación en 1950, las Misioneras de la Caridad, consagró su vida a los pobres y enfermos, y obtuvo en 1979 el Nobel de la Paz.

En el 2003 fue beatificada por Juan Pablo II. Un año antes, el Vaticano reconocía un primer milagro, la curación de una bengalí de 30 años con un tumor abdominal. La nueva santa, que tuvo al inicio una vida difícil aún dentro de la misma iglesia, que no siempre vio con buenos ojos su congregación, obtuvo fama mundial tras años de labor.

La estadounidense Mary Johnson, que durante 20 años perteneció a su congregación, autora del controvertido libro Una sed insaciable, describió a Madre Teresa como ambicioso, más que como a una santa. «Ella era una persona que hubiera podido realmente realizar cambios muy, pero muy importantes. Inclusive contó con mucho dinero para lograrlo, pero no le interesaba. Para mí desperdició esa oportunidad», dijo Johnson. «Ella quería ser santa, eso lo tenía claro, esa era su gran ambición», agregó.