Un gallego dirige la primera cirugía por vídeo de Namibia

Raúl Romar García
r. romar REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Cedida

Fue invitado expresamente por el Ministerio de Sanidad del país para extirpar un pulmón entero de un paciente

30 ago 2016 . Actualizado a las 11:20 h.

El cirujano Diego González Rivas apenas para en A Coruña. Está adscrito a la Unidad de Videocirugía Torácica del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac), pero se pasa buena parte del año viajando invitado por hospitales de todo el mundo para adiestrar a los profesionales locales en la técnica uniportal, que ideó hace seis años y que permite extirpar un tumor de pulmón mediante una única incisión. Pero hasta hace unos días nunca había estado en Namibia, donde acaba de entrar en la historia de la medicina local al convertirse en el primero en realizar un cirugía toracoscópica en el país. O, lo que es lo mismo, la extracción de un pulmón asistido por vídeo, algo común en Occidente, pero que no es lo habitual en África. Fue invitado expresamente por el Ministerio de Sanidad y recibido con honores de eminencia mundial.

«Fue una pasada. Todo el mundo estaba alucinado, porque para ellos era algo muy novedoso», relata, aunque en principio se encontró con más dificultades de las esperadas. «En Namibia -dice-, las cosas son muy fastidiadas, porque la gente que llega a operarse lo hace con los tumores ya avanzados y son casos muy complejos. Al paciente le tuvimos que quitar el pulmón derecho entero, que había sido destruido por secuelas de la tuberculosis. Y lo hicimos con la técnica uniportal».

Lo peor, sin embargo, fue que en el hospital de Windhoek, la capital, no tenían grapas para cerrar la operación. «Me pasé la noche anterior -apunta- pensando qué alternativa ofrecer, pero al final llegaron las grapas». Días después también fue invitado para realizar varias operaciones en Sudáfrica, donde ya había estado en varias ocasiones. Solo que esta vez extirpó allí un tumor de pulmón de 12 centímetros por vía subcostal. sin abrir el tórax. El instrumental entró por debajo de las costillas, con lo que se minimizan los daños. «Era enorme», dice.