La talasoterapia es un activo creciente pero aún poco explotado en Galicia
24 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.En el imaginario colectivo siempre ha calado la idea de que el agua de mar lo cura todo. Ya los poemas homéricos o figuras de la medicina de la talla de Hipócrates atribuían al líquido salado propiedades beneficiosas. A finales del siglo XVIII se desarrollaron las primeras evidencias científicas en este sentido, de la mano del físico y médico inglés Richard Russell. Desde entonces, la talasoterapia ha despegado.
El término hace referencia según Salvador Ramos, director médico del hotel Talaso Atlántico, situado en Oia, Pontevedra, a la utilización, bajo prescripción y supervisión médica, del agua de mar y demás elementos del medio marino como algas, limos, brumas o el sol. Por motivos geográficos evidentes, Galicia cuenta con un enorme potencial en este campo, y en los últimos años los centros de talasoterapia se han convertido en un importante activo turístico para la comunidad.
José M. Pereira, director del Resort Thalasso Las Sirenas, en Viveiro, reconoce que cada vez tienen más demanda, siendo el tipo de cliente muy variado: desde parejas que buscan una experiencia diferente hasta familias con niños y el objetivo de descansar. Laura Fernández, directora del Hotel Louxo La Toja, afirma que la mayor parte de los turistas son nacionales y que el verano es la época de mayor actividad.
Pero, ¿por qué el agua de mar es buena para la salud? Juan J. Gestal, director de la cátedra de Hidrología Médica de la Universidade de Santiago y decano de la Facultade de Medicina, apunta a su elevada mineralización y la presencia de componentes como sulfato, magnesio, y otros muchos, que, una vez absorbidos a través de este tipo de tratamientos, «pueden ejercer importantes funciones». Ramos asegura que la finalidad de la talasoterapia «no solo es curar la enfermedad, sino cuidar de la persona enferma». Se aconseja especialmente para procesos dermatológicos, reumáticos, patologías respiratorias o estrés. «Día a día se están encontrando nuevas indicaciones», señala Gestal, que destaca la idoneidad de la talasoterapia en los estilos de vida poco saludables propios de la sociedad actual.
Un valor que en estos tiempos está al alcance de todos y cuyas virtudes pueden aprovecharse, tal y como aseguran los expertos, con un simple baño de mar, fortificante y estimulante o un paseo por la orilla. Si a Ulises le funcionaba...