Redondela explota de color y calor

Macarena Bortolotto, j.l. LA VOZ

SOCIEDAD

Miles de personas, dispuestas a sobrevivir disfrazadas hasta el amanecer

21 ago 2016 . Actualizado a las 18:36 h.

«Todos los años venimos calzando plataformas», afirmaba uno de los componentes del grupo Os Tamancos, de Mos. Ataviados con trajes color rosa, en esta ocasión daban vida a las azafatas del histórico programa de televisión Un, dos, tres... responda otra vez. Estamos en verano y es el carnaval de Redondela. El buen humor inundó ayer las calles de la villa de los viaductos, donde la imaginación a la hora de disfrazarse quedó patente: cavernícolas, marineros, hawaianas, cazadores detrás de los inefables pokémon... De todo y muy colorido.

En su decimonovena edición, las autoridades cifraron los asistentes en 25.000. A diferencia de otros años, en la alameda se vallaron zonas «porque así se evitan desperfectos», contaba Belén Fontaneda vestida de Buzz Lightyear. La fiesta ha cobrado tal dimensión que hasta se colocaron baños portátiles. «Este año se nota más control y seguridad que otras veces», aseguraba Pilar, de una peña motera cuyos integrantes el año pasado iban de Pipi Calzaslargas y este año optaron por aparecer de bufones, con unos trajes en cuya confección emplearon seis meses. Por un día, las olimpiadas no solo se celebraban en Río. A Redondela llegó un grupo de deportistas representando a un país llamado «Ronanía» en homenaje a la bebida. Todos se colgaron las medallas de oro.

Simpáticas familias al completo dieron vida a historias como las de Peter Pan o los Minions. Es el ambiente que han buscado los organizadores, el de todas las franjas de edad. Llamaba poderosamente la atención el grupo de cuarenta personas integrado por seis familias que emulaban a los personajes del cómic Lucky Luke. No faltó ni la famosa sombra ni la fachada del saloon del Oeste. «Llevamos un mes preparando todo, haciendo el decorado y los disfraces», explicaba el eventual vaquero. Otros, en cambio, prefirieron volver a la infancia de una manera más directa y vestirse de bebés... que se daban a la bebida, todo hay que decirlo.

La fiesta iba creciendo con las horas, fundiéndose con la noche y las drag queens. Hasta el amanecer.