La actriz coruñesa repartía sus veranos de infancia entre la casa de sus abuelos maternos (Cesuras) y la de sus abuelos paternos (Abegondo)
09 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.La actriz coruñesa Lucía Regueiro (A Coruña, 1982) pasaba sus veranos de infancia en casa de sus abuelos maternos y paternos. Tocaba repartir el tiempo estival entre Cutián (Cesuras) y Meangos (Abegondo), para que los cuatro disfrutaran de sus nietas y viceversa.
-¿Qué recuerdos tienes de tu infancia en verano?
-Tengo muy buenos recuerdos de aquella época. Visitar a los abuelos era lo habitual en vacaciones y los fines de semana. Mis padres son hijos únicos y entonces éramos las princesitas del territorio en casa de nuestros abuelos. En la aldea nos juntábamos con más niños que venían de vacaciones y nos bañábamos en el río.
-¿La liaste parda algún verano?
-Nunca liamos una gorda. Tenemos anécdotas pero son simples aventuras. De hecho, a mi madre le preocupaba que no hiciese trastadas.
-¿Que anécdotas recuerdas?
-En Meangos, en casa de nuestros abuelos paternos, teníamos unos vecinos de nuestra edad. Organizábamos nuestro súper picnic o merienda que montábamos en el prado contiguo a nuestra casa. Llevábamos un cesto repleto de las míticas galletas María pegadas con nocilla o de yogur con Cola Cao, en defecto. Había vacas cerca y le teníamos mucho miedo.
-¿Le escapabais?
-Cuando veíamos que se acercaban marchábamos corriendo y abandonábamos el cesto. Al final hacíamos galletas de nocilla y las comían las vacas.
-Entonces, ¿nada de merienda?
-No. Liquidábamos las despensas de los abuelos y finalmente las que se comían la súper merienda eran las reses.