Panamá, próxima Jornada Mundial de la Juventud

La Voz CRACOVIA / AGENCIAS

SOCIEDAD

MACIEJ KULCZYNSKI | EFE

El papa Francisco clausuró ayer la JMJ de este año, celebrada en Polonia, y en donde volvió a insistir a la audiencia en que no se deje llevar por una «vergüenza paralizante»

01 ago 2016 . Actualizado a las 16:35 h.

El papa Francisco dirigió ayer, en la misa de clausura de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), un mensaje de ánimo a los jóvenes, a los que ha asegurado que Dios los ama más de lo que ellos lo aman a él. «Cree en nosotros más que nosotros mismos, está siempre de nuestra parte, como el más acérrimo de los hinchas», señaló. Por ello les exhortó a que, tras la «oxigenación espiritual» de esta jornada, sigan viviendo la misericordia de vuelta a sus casas. El pontífice anunció que la próxima convocatoria de la JMJ tendrá lugar en la ciudad de Panamá en el 2019.

En su mensaje a los más de dos millones de personas, según la organización, presentes en el Campus Misericordiae de Brzegi, Francisco volvió a insistir en que no se dejen llevar por una «vergüenza paralizante». «La vida no hay que encerrarla en un cajón -indicó-. No podemos quedarnos sentados esperando con los brazos cruzados; a Él, que nos da la vida, no podemos responderle con un pensamiento o un simple mensajito».

En este sentido, pidió a los jóvenes no avergonzarse y llevar «las debilidades, las dificultades y los pecados a la confesión». «No os dejéis anestesiar el alma», advirtió, al tiempo que pidió que den un no fuerte «al dopaje del éxito a cualquier precio y a la droga de pensar solo en uno mismo y en la propia comodidad».

Obispos españoles presentes en la JMJ pusieron de relieve el contraste entre el espíritu de fraternidad de los jóvenes presentes y los episodios de violencia desatada en el mundo. El presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez, destacó «la evocación permanente y expresa de Juan Pablo II en estos días, tanto por su vida, como por ser el iniciador de estas jornadas».