Tranquilo: no eres un hortera, eres un moderno

Patricia G. Lema

SOCIEDAD

Este verano se han recuperado prendas y estilismos que estaban denostados

30 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Calcetines blancos, chanclas de piscina para ir a trabajar, chándal con zapatos, sandalias de pelo para la playa? Si has visto alguna de estas prendas por la calle y has pensado que era una alucinación producto de este sorprendente verano gallego, te equivocas: se llevan y mucho. Así es la moda. Mientras tú todavía estás intentando olvidar el trauma que te causaba ir a clases de gimnasia con aquel chándal de rayas laterales y los calcetines blancos de deporte, resulta que ahora son lo más.

Una mezcla que va camino de ser tan habitual como los trajes con corbata: las sandalias con calcetines blancos. Para rizar el rizo, estas sandalias de plástico se recubren de pelo. Sí, pelo para el verano. Ten cuidado cuando te las pongas porque te pueden multar pensando que te llevaste el perro a la playa. Si hay que ponerse pelo en los pies que sea con los tres modelos de Rihanna para Puma en rosa, blanco y negro. Por supuesto, también se admiten los calcetines blancos. A estas alturas está claro que combinan con todo. ¿O no?

Si buscas camisa hawaiana en Google te aparece Vincent Vaughn (antes de su paso por la serie True Detective) vestido con una y un collar de flores. ¿Horterada? No, tendencia. De manga corta y recubiertas de piñas, con floripondios, palmeras, playas galifornianas? Esto y las sandalias con calcetines blancos son fruto de una tendencia que se conoce como el look de turista. ¿Te acuerdas de las camisetas que tenías guardadas en el armario (antes de convertirlas en paños de la cocina) que ponían cosas «Estuve en A Toxa y me acordé de ti» o , cómo no, la clásica «I love New York»? Pues son el fondo de armario para este verano. Eso sí que es un look de guiri de la cabeza a los pies. La mano (negra) detrás del regreso de la camiseta de propaganda: Vetements, la firma que convierto lo corriente en lujo.

¿Hay algo que chirríe más a la vista que ponerse un chándal con zapatos? Puede, pero ahora es mejor que vayas acostumbrando los ojos a esta combinación porque es el verano (y el año) del chándal. Y otro complemento que se labró su mala fama a pulso y que ahora quiere limpiar su imagen: la riñonera, un básico para cualquier festival gallego. Un síntoma de que todo vuelve es que empieces a ver a jóvenes por la calle llevando aquellas alpargatas con goma que no se quitaba tu abuelo. Ya lo dicen los expertos en moda: en verano hay que relajar el armario. Así que ya sabes: calcetines blancos con sandalia, camisa hawaiana y un chándal con zapatos para cuando refresque el día. Y que miren, que miren. Que de eso se trata, ¿no?