En Vilagarcía la cita es en la playa al atardecer

SOCIEDAD

MONICA IRAGO

El arenal de A Concha acoge esta semana un «chill out» de ambiente familiar

29 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Lo cierto es que la escena se torna idílica y no es para menos. Allá al fondo el sol juega al escondite con la sierra del Barbanza tiñendo de intenso naranja la ría de Arousa. Aquí, en la playa, varios grupo heterogéneos de personas se arremolinan en corro, sentadas sobre unas hamacas de paja en torno a unas sencillas mesas sobre las que asientan sus cócteles y unas brochetas de frutas. De fondo, una selección musical que cada atardecer corre por cuenta de un pinchadiscos diferente. A la propuesta la bautizaron, hace ya siete años, como Ás 9 na praia. Porque, sencillamente de eso se trata. De convocar al personal a esa hora y hasta la medianoche en el arenal de A Concha para que disfrute de la placidez propia de la hora y del entorno. 

El chill out vilagarciano nació, según explican sus organizadores, con la idea de aprovechar un espacio y una hora que en Galicia teníamos infravalorados. «Hay gente que está en la playa todo el día y se marcha justo cuando llega la hora del atardecer», comenta uno los promotores de esta idea, puesta en marcha por la asociación de hosteleros en colaboración con el Concello. «El objetivo era no solo que no se fuesen, sino que llegasen otros muchos más».

Y se ha conseguido. Cada verano, Ás 9 na praia se convierte durante una semana en punto de encuentro referencial. En el ambiente predomina el desenfado familiar. Niños que corretean entre la arena mientras sus padres disfrutan de un momento de vespertina desconexión aliviada por un daiquiri, un mojito o una refrescante caipiriña. Con o sin alcohol, que de todo hay. 

A su lado conviven pandillas de jóvenes que redescubren un lugar que les había sido ajeno y una hora en la que no tenían un objetivo ni un quehacer definido. Más allá, alguna pareja busca el discreto rincón atenuado, tras la puesta de sol, por la luz de las velas y los faroles.

Junto al espectáculo natural del atardecer y la coctelería el otro gran atractivo del chill out playero vilagarciano es la música. «No buscamos disyoqueis. No nos interesa la técnica, sino la selección musical», explican. Por eso la mayoría de los que pasarán por la cabina de la playa son músicos o, como en el caso Moncho Lemos, periodistas musicales. «La sensación más maravillosa es la de recuperar eso que creíamos que solo se podía hacer en sitios como Ibiza. Paladear y disfrutar algo tan sencillo como la puesta de sol desde una playa y con este ambiente es un camino que en otros muchos sitios se debería seguir», comenta el responsable del programa Fondos Reservados de Radio Galega.

De momento la cita es hasta el domingo. ¿Cómo que dónde? Ás 9, na praia.