Hombres atrapados en el estereotipo

María Piñeiro REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Santi M. Amil

Un estudio de Harvard relaciona divorcios con varones que trabajan a tiempo parcial

29 jul 2016 . Actualizado a las 07:23 h.

Que las mujeres ganen un sueldo no influye en la estabilidad de la pareja, como tampoco lo hacen los recursos económicos de que dispongan; la clave, dice un estudio de la Universidad de Harvard publicado en American Sociological Review, son los estereotipos masculinos. Así, en matrimonios que llevan años casados -antes de 1975- la estabilidad es mayor cuantas más tareas domésticas realiza la mujer; y en las parejas casadas después de esa fecha, el mayor riesgo de divorcio es que el hombre carezca de empleo a tiempo completo.

La autora del trabajo, Alexandra Killewald, profesora de Sociología en Harvard, utilizó datos estadounidenses de 6.300 parejas heterosexuales de 18 a 55 años, de las que 1.700 acabaron divorciadas. Dividió el conjunto en dos grupos -casados antes o después de 1975.- y descubrió que aunque «las parejas casadas más recientemente tienen expectativas diferentes en cuanto al reparto de tareas y las mujeres esperan que los hombres también pongan de su parte», ellas siguen realizando de media el 70 % de las labores del hogar. Así que no hay riesgo claro de divorcio si él no asume su 50 % de trabajo hogareño... siempre que trabaje fuera de casa a tiempo completo.

Porque el problema se da cuando el varón tiene un empleo a tiempo parcial: «Los maridos se enfrentan a un mayor riesgo de divorcio cuando no cumplen el papel estereotipado de sostén familiar como trabajador a tiempo completo», dice Killewald.

Es decir, la sociedad ha relajado los estereotipos femeninos en la relación de pareja, pero parece no haber hecho lo mismo con los varones: «Ahora las esposas no tienen que abrazar el papel tradicional de ama de casa», pero los hombres sí deben mantener su estatus de «cabeza de familia», según los estudios de Killewald. Si una pareja casada después de 1975 se enfrenta a una situación de pérdida total o parcial del empleo de él, tiene 3,3 % de posibilidades de divorciarse al año siguiente; si el hombre trabaja a tiempo completo, el riesgo baja al 2,5 %.

Killewald propone que las políticas de apoyo a la familia se abran también a los varones que ejercen amos de casa.

Un año de gestiones matrimoniales ante notario: 290 rupturas y 70 bodas en Galicia

Los españoles se pueden casar o divorciar ante notario desde hace un año, un período en el que el número de rupturas dobla al de enlaces y que deja en lugares como Galicia una diferencia aún mayor, con cuatro divorcios por cada matrimonio.

Según los datos facilitados por el Consejo General del Notariado, en Galicia se registraron 290 rupturas y 70 matrimonios ante notario en el último año. El organismo detalla que en el conjunto de España más de 4.600 parejas han tramitado su divorcio en las notarías y 2.300 contrajeron matrimonio por esa misma vía.

La ley establece que se deben de cumplir una serie de condiciones: en el caso del divorcio, que hayan pasado tres meses de la celebración de la boda, que la ruptura haya sido de mutuo acuerdo y que no haya hijos menores o con capacidad modificada judicialmente; para contraer matrimonio, la función del notario comienza tras la tramitación del expediente matrimonial por el Registro Civil, aunque a partir del 30 de junio del 2017 los notarios se encargarán también de todo el proceso.