Damian Muskus, coordinador general del comité organizador del la Jornada Mundial de la Juventud, trata de tranquilizar tras los últimos atentados islamistas
28 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Arzobispo auxiliar de Cracovia y coordinador general del comité organizador de la JMJ, Damian Muskus trata de tranquilizar tras los últimos atentados islamistas
- ¿Está preocupado por la seguridad del encuentro?
-Su atmósfera no debería verse afectada por el miedo. Nuestros servicios de seguridad están en el máximo nivel de alerta. No debemos vivir en un terror espiritual, ni estar dominados por el miedo, que es siempre un camino erróneo a seguir.
-Juan Pablo II está muy presente en Cracovia. ¿Eclipsará de alguna forma a Francisco?
-Este problema no existe. La Iglesia es una y el papa es su cabeza. Los polacos respetan y quieren a Francisco. Por supuesto que Juan Pablo II es nuestro compatriota y muchos de nosotros lo recordamos muy bien. Sus amigos y compañeros están todavía entre nosotros. Para nosotros en Cracovia es nuestro padre amado y ahora que ha sido proclamado santo también le dirigimos oraciones. Es por tanto una relación completamente diferente a la que se mantiene con el actual papa.
-¿Cuál ha sido el mayor desafío a la hora de organizar la JMJ?
-El número de peregrinos crece día a día. Esperamos entre 1,5 y 1,8 millones de personas en los encuentros con el papa el sábado y el domingo en el Campus Misericordiae.
-¿Cuál es el principal objetivo?
-Esta JMJ tiene lugar en el Año de la Misericordia y se celebra en Cracovia, una ciudad considerada el centro del culto. El principal objetivo es crear un espacio para que los jóvenes puedan experimentar por ellos mismos la fuerza transformadora de la Divina Misericordia en sus corazones.
-¿Qué debería hacer la Iglesia para mantener la atención de los jóvenes una vez que concluya el encuentro?
-Hay que distinguir entre las emociones, que son hermosas por naturaleza y acompañan estos grandes eventos, y el contenido que estas citas nos dejan. Si cada uno de nosotros escuchamos al menos una palabra que nos conmueva y la seguimos, será el comienzo de un cambio.
-¿Cómo estarán presentes los refugiados?
-La JMJ tiene un importante aspecto solidario con la Iglesia perseguida. Hay participantes de la Franja de Gaza y de Sudán del Sur. También participan refugiados ucranianos y originarios de países con dificultades para los cristianos, como Irak y Siria.